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Asegúrese desde su primer empleo
Tener un seguro de vida no es un mal augurio, mucho menos cuando éste ayuda a que sus planes a corto, mediano o largo plazo se cumplan.
Ser soltero, tener una vida laboral por delante, un futuro profesional prometedor y muchos proyectos de crecimiento personal en mente son excelentes razones para pensar: a) en su felicidad vitalicia y b) en qué pasaría si algún evento inesperado truncara su proyecto de vida.
Tener un seguro de vida no es un mal augurio, mucho menos cuando éste ayuda a que sus planes a corto, mediano o largo plazo se cumplan.
No es condición ser casado y tener hijos para que una inversión de este tipo rinda frutos. Para quienes no tienen dependientes económicos hay diversos beneficios como la protección en caso de invalidez, pérdidas de órganos por accidentes y hasta puede funcionar como un fondo de ahorro del que pueda retirar el dinero al concluir el plazo del contrato y disfrutarlo en vida.
El mejor momento para contratar un seguro de vida es cuando se inicia la vida laboral, coincidieron los especialistas.
Al iniciar la etapa laboral, comienza el compromiso de construir un patrimonio. Para quienes no tienen dependientes económicos, la razón del seguro es el cumplimiento de sus metas económicas , comentó Eliana López Lena, subdirectora de Promoción de Seguro de Vida de GNP.
Beneficios de la juventud
Contratar un seguro de vida cuando se goza de buena salud tendrá beneficios en cuanto a primas. Más adelante, si ya no está tan saludable o si tiene un padecimiento, será más difícil que alguna compañía quiera asegurarlo o las primas aumentarían significativamente , explicó Ángel Psihas, académico de la Escuela de Actuaría de la Universidad Anáhuac.
Es importante tener en cuenta que el pago se calcula al momento de contratar, si usted contrata a los 25 años un seguro por 20 años, hasta los 45 habrá estado cubierto por una póliza con un costo menor al que obtendría si lo contratara después.
Contratar un seguro de vida no lo mantiene exento de enfermar y posteriormente será más difícil renovarlo, pero si usted contrató un seguro de este tipo por 15 años y en ese periodo desarrolló algún padecimiento, es más factible que las aseguradoras estén dispuestas a renovar el contrato aun con el antecedente de dicha enfermedad.
Hay compañías que sí garantizan la renovación del contrato aun cuando ya se haya presentado algún padecimiento , confirmó Oscar Castañeda, responsable de la Unidad de Vida de Mapfre.
Tipos de seguros
Existe una lista innumerable de productos, pero los expertos reconocen tres tipos básicos:
Seguro dotal: Protege a los beneficiarios en caso de fallecimiento del asegurado y fomentan el ahorro. Al finalizar el plan, se otorga la suma asegurada pactada para disfrutar de ella en vida.
Por ejemplo, si usted contrató un seguro a 20 años por una suma asegurada de 1 millón de pesos, al final de periodo el seguro dotal le pagará 1 millón de pesos.
Una persona de 25 años compra el seguro de vida no con la perspectiva de que va a fallecer, pero sí de que a los 45 años tendrá una suma asegurada interesante , explicó Igal Rubinstein, director general de Seguros S.
Temporal: Su única finalidad es la protección por fallecimiento. Tiene vencimiento establecido desde un año hasta 20 años. Es un buen producto para aquel que quiere asegurarse mientras construye un patrimonio sólido. Al final del periodo no podrá recuperar nada y deberá renovarlo.
Ordinario. Es aquel en que el asegurado se compromete a pagar primas durante toda su vida y la aseguradora pagará la suma asegurada cuando ocurra el fallecimiento. Es conveniente contratarlo sólo si su condición económica garantiza siempre el pago.
Si durante el periodo contratado cambiaron sus ingresos y prioridades, sí puede modificar las condiciones de su póliza inicial.
isantarita@eleconomista.com.mx