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Cómo la conducta impacta sus finanzas personales
En materia de finanzas personales, existen una serie de consejos que básicamente se centra en cómo debemos gastar menos y mejor así como en cómo debemos ahorrar más y mejor.
En materia de finanzas personales existe una serie de consejos que, básicamente, hablan sobre cómo gastar menos y mejor, y en cómo ahorrar más y mejor.
Sin embargo, la mayoría de estos consejos son como las buenas dietas que aparecen publicadas en las revistas: no es que nos digan cosas que no sepamos que deberíamos hacer (y sobre todo, cosas que no deberíamos hacer), sino que simplemente rara vez las hacemos o no somos consistentes en cumplirlas.
Parte del problema es que quienes nos dedicamos a promover temas de ahorro e inversión, en la práctica no hemos reconocido lo que la llamada Economía Conductual reconoce desde hace casi tres décadas: que los seres humanos no tomamos decisiones con una racionalidad económica pura y con base en información perfecta, por el contrario, nuestras decisiones están siempre influidas por nuestra conducta y percepciones, las que inciden tanto en cómo decidimos, como en la manera en que percibimos la información.
Así, detrás de por qué comemos algo que aumenta nuestro colesterol y deteriorará nuestra calidad de vida en el futuro, está el mismo patrón de conducta de nuestra indecisión de ahorrar en el presente.
Y es que el beneficio de hacer la dieta o ahorrar hoy es difuso y de largo plazo; mientras que la comida sabrosa pero dañina, al igual que el gasto irracional de hoy, nos aporta un beneficio tangible y de corto plazo.
Esta es la conducta que priva en la mayoría de los seres humanos por default. Estas percepciones y conductas son las que en muchos sentidos explican además las decisiones que tomamos cotidianamente y que no ayudan a nuestras finanzas o, incluso, las comprometen.
Por ejemplo, hay quienes compramos frecuentemente boletos para la lotería numérica. Una persona que compre dos boletos (que hoy cuestan 30 pesos), con dos sorteos por semana, estará gastando 6,240 pesos cada año. La posibilidad que tienen de ganar el primer premio en cada sorteo es de una en 32 millones. Esta conducta no tiene explicación económica racional, pero somos muchos los que lo hacemos.
No crean que estas conductas son sólo propias de quienes no saben de finanzas, muchas personas que conozco, expertas en el tema, toman decisiones económicamente irracionales.
Son miles de personas las que no conocen ni comparan la tasa que les cobra su tarjeta de crédito y ello les implica una salida de recursos que pudiese ser mucho menor y canalizarse al ahorro, ya que hoy la diferencia entre la tasa más alta y la más baja es de más de 4 veces.
De igual manera, cientos de miles de millones de pesos se encuentran ahorrados en cuentas cuyo rendimiento es menor a la inflación, lo que significa que en el ahorro está perdiendo valor sin que busquen hacer algo que les permita ahorrar en condiciones más favorables.
En esta sección trataré de darles una perspectiva diferente que los ayude a reconocer qué conductas tenemos y por qué las tenemos, que no contribuyen a tener finanzas personales y familiares sanas así como algunas ideas prácticas que favorezcan el proceso.
No crean que estas conductas son sólo propias de quienes no saben de finanzas, muchas personas que conozco, expertas en el tema, toman decisiones económicamente irracionales.
Es más, recientemente un periódico especializado de Estados Unidos hizo una encuesta a expertos financieros para contrastar sus decisiones acerca de su propio patrimonio en momentos de incertidumbre con los consejos que daban a sus clientes. Encontraron que en la mayoría de los casos, estos expertos no seguían sus propios consejos.
Espero que ayudándolos a entender el comportamiento detrás de las decisiones que tomamos, pueda apoyarlos en la creación de su patrimonio familiar.
