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Finanzas digitales, no sólo para millennials
¿Quién no ha tenido uno de esos días en los que tiene menos de 24 horas para realizar el pago de la luz, el agua, el gas, la hipoteca, la tarjeta x , tarjeta y , la verificación del auto, las colegiaturas... y un largo etcétera que hace que la lista se vuelva interminable?
En un primer momento podemos sentir algo de preocupación, pero después angustia, cuando nos damos cuenta de que hoy es viernes 13 y nos tocó el hoy no circula. El reloj sigue corriendo y la angustia se convierte en terror cuando descubrimos que precisamente hoy es ¡viernes de quincena!
Esta historia a muchos nos ha pasado y se repite una y otra vez. No es que tengamos que realizar numerosos pagos al mes, lo inaudito es que mes a mes continuamos pasando por el mismo vía crucis.
En todos lados escuchamos que estamos en la era digital, incluso vivimos con Internet y la mayoría contamos con un teléfono inteligente que nos acompaña en todo momento y lugar. Escuchamos de las redes sociales y de las miles de aplicaciones para los smartphones. Entendemos que gracias a eso podemos compartir fotos con nuestros amigos y hasta pedimos un taxi para ir al trabajo.
Todos tenemos claro que el dinero es importante en nuestras vidas; sin embargo, no prestamos atención al tiempo y esfuerzo que invertimos en administrarlo para darle un uso eficiente.
Así como las redes sociales son una realidad, las finanzas digitales también lo son. Justificarnos al decir que no nacimos en este siglo y por eso no hacemos un pago en Internet es olvidar que efectivamente nuestro tiempo es dinero.
Los jóvenes de la generación denominada Millennial también tienen créditos y rentas que pagar, sólo que ellos no están dispuestos a pasar la mitad de su mañana en filas que parecen no terminar.
Existen más opciones y no son sólo para ellos, nosotros también podemos hacer uso de Internet y literalmente realizar nuestras transacciones desayunando con un delicioso café o dos minutos antes de tomar un avión fuera del país.
Los pasos son más sencillos de lo que imaginamos: primero, pedir a nuestro banco el alta del servicio en Internet (lo que incluirá la entrega de algunos mecanismos de seguridad); y segundo, dar de alta las cuentas y servicios que necesitamos de forma paulatina.
Sin duda, cumplir con los pasos anteriores requerirá tiempo, que será menor que al tener que realizar una visita a la sucursal en viernes de quincena; y le apuesto que, una vez que optemos por realizar las operaciones bancarias a través de las diversas opciones digitales, ese angustioso escenario no se repetirá jamás.
Algunas opciones que podemos operar de manera digital y que los invito a conocer son:
- Pago de servicios (luz, agua, teléfono, multas, Predial, etcétera).
- Transferencias al mismo banco y a otras instituciones financieras.
- Pago de tarjetas de crédito.
- Pago de créditos (automóvil, hipotecario, personal).
- Ahorro para el retiro.
- Inversiones.
- Consulta de saldos y movimientos.
Estas soluciones están disponibles en muchos de los portales de Internet bancarios; adicional a ello, ya podemos bajar numerosas aplicaciones que nos permiten realizar transacciones.
Los invito a dedicarle unos minutos del tiempo que pasamos en las redes sociales para digitalizar sus finanzas.
Las necesidades ya existen y los vehículos para satisfacerlas de forma más sencilla también. Es tiempo de dar el siguiente paso.
La autora es vp market intelligence - asset management de BBVA Bancomer.