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Los jóvenes también pagan impuestos
Si ya comenzaste a trabajar, es importante que conozcas tus deberes ante el SAT, pues de no hacerlo podría haber serias consecuencias.
El pago de impuestos ya no debería sonar tan lejano cuando comienzas tu vida laboral, ya que tendrás obligaciones fiscales que de no cumplir pueden provocarte consecuencias de las que probablemente no quieres saber ni en tu juventud ni en otra etapa de tu vida.
Probablemente hayas escuchado terribles historias sobre los trámites ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y si bien el órgano fiscal ofrece mayores facilidades para quienes inician como contribuyentes, es necesario contar con la información básica para hacer menos cansado este proceso.
Es complejo iniciar con tus obligaciones fiscales, ya que se utiliza mucha terminología; la información no es amigable o no está detallada , advierte Ana Sarez, directora general de Sarez y Asociados SC.
Por su parte, Miguel Chamlaty, presidente del consejo directivo de SAI México, comenta que pagar impuestos es una obligación para todo ciudadano en nuestro país. Con ello, se contribuye al gasto público, ya que de ahí derivarán derechos que podemos exigir; no se puede reclamar educación o seguridad apropiadamente si no cumplo con mis obligaciones fiscales .
Por ello, no está de más que sepas cuáles son tus obligaciones ante el fisco, y cómo comenzar a cumplirlas.
La importancia del RFC
El primer paso para asumir el pago de tus impuestos es tener tu Registro Federal de Contribuyentes (RFC), nombre con el que te conocerá el SAT para el proceso de pago de impuestos y otros trámites en varias instancias gubernamentales.
Quizá por no haber trabajado en alguna empresa pienses que tienes que tramitarla desde cero, pero puede que no sea así.
Si alguna vez tomaste un trabajo de verano, quizá tus empleadores te dieron de alta y nunca te enteraste. Lo hicieron porque la empresa también tiene que cumplir con sus obligaciones, y entre ellas está tramitar tu RFC , expone Sarez.
Para saber si ya tienes RFC o para comenzar a tramitarlo, con tu Clave Única de Registro de Población (CURP) puedes iniciar el proceso en el portal del SAT, el cual tienes que concluir en cualquier Administración Local de Servicios al Contribuyente dentro de los 10 días siguientes al envío de la solicitud, a la que tendrás que llevar un acta de nacimiento o constancia de CURP, comprobante de domicilio, identificación personal y folio que se otorga al realizar la preinscripción.
¿Cuáles son tus obligaciones?
Identificar el régimen al que perteneces es fundamental, pues de esto dependerá lo que tienes que declarar y pagar al SAT, la manera de llevar tu contabilidad, la periodicidad de tus declaraciones y otras obligaciones particulares. El régimen en el que te ubiques dependerá de dos factores: tu tipo de actividad laboral y tus ingresos.
Los principales regímenes son: asalariados, en el que se hallan las personas físicas que perciben salarios y demás prestaciones derivadas de un trabajo a disposición de un empleador; por honorarios (servicios profesionales), quienes prestan servicios profesionales de manera independiente a empresas o a personas físicas; por arrendamiento de inmuebles, en el que se ubican aquéllos quienes rentan inmuebles como casas habitación o departamentos, y quizá menos común para jóvenes, el de actividades empresariales e incorporación fiscal.
Cada régimen tiene obligaciones muy específicas, advierte la experta de Sarez y Asociados SC, por lo que al concluir el trámite de tu RFC es imprescindible que también te asesoren sobre a cuál perteneces.
Por otra parte, los expertos enfatizan la importancia de mantener tus datos actualizados. Por ejemplo, aunque cuando comiences a trabajar estés como freelance o asalariado, posteriormente quizá decidas emprender tu propio negocio. Cuando esto ocurra, tu régimen cambiará, así como tus deberes fiscales.
Asimismo, el SAT suele enviar avisos, por lo que es importante que si cambias de domicilio también actualices tu dirección fiscal, pues de no hacerlo podrías no enterarte de estas notificaciones.
Es más caro no cumplir porque las multas por no presentar la declaración anual u omisiones van desde 700 hasta 4,000 pesos (...) Los trámites y asesoría son gratuitos; dedica un par de horas para ir a las oficinas y oriéntate adecuadamente , conmina Sarez.
Cumplir no es difícil sI estás informado
Pagar tus impuestos suele ser visto como un proceso difícil. No tiene que ser así si cuentas con la información correcta:
- Revisa si ya estás dado de alta. Para revisar si ya te encuentras en el banco de datos de la SHCP, ve a la página del SAT y con tu clave CURP consulta tu RFC. Es importante que lo conozcas, ya que es el nombre con el que se te reconocerá para el pago de impuestos.
- Mantén actualizada tu información. Para requerimientos o avisos, es importante que tengas actualizado tu domicilio fiscal, así como tus obligaciones conforme al régimen en el que estás. Si el SAT no te puede localizar para notificarte algo importante, puede ser peor.
- Tus obligaciones fiscales. Para conocer tus obligaciones, ubica tu régimen fiscal: asalariado, por honorarios (servicios profesionales), arrendamiento de inmuebles, actividades empresariales e incorporación fiscal son los más comunes. Agenda una cita con el SAT o entra a su portal para saber en cuál te encuentras.
- Tramita tu firma electrónica. Este archivo digital te identifica al realizar trámites por Internet. Para tramitarla, presenta en cualquier oficina del SAT original o copia certificada de una identificación oficial vigente, CURP certificado y comprobante de domicilio fiscal original; si te inscribiste al RFC, con CURP por Internet.