Matemáticas y arrepentimiento para mejorar la calidad de nuestras decisiones financieras

El único motivo de arrepentimiento ?para un hombre, es cuando él siembra y nadie cosecha.

Charles Goodyear, inventor de la vulcanización del caucho

En el libro Algoritmos para vivir. La ciencia computacional y las decisiones humanas, de Christian y Griffiths, se refiere la anécdota del presidente y fundador de Amazon, Jeff Bezos, quien ante la disyuntiva de abandonar un empleo muy bien remunerado o iniciar la que se vislumbraba como una arriesgada aventura de negocios de venta de libros online, utilizó lo que él llama un marco de minimización del arrepentimiento , para tomar la decisión que a la postre resultaría claramente favorable.

Simplemente se planteó el escenario de imaginar en el futuro cuál de las dos decisiones podría generarle un mayor arrepentimiento.

El libro desarrolla una serie de conceptos a partir de modelos algorítmicos que han sido construidos a largo de la historia reciente, con el fin de modelar y facilitar procesos humanos de decisión compleja.

El concepto de algoritmo, cuya raíz se encuentra en el nombre Al-Juarismi (nombre del matemático que aparece en la portada del temido libro de Álgebra de Baldor), se define como el conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema .

En particular, refiriéndose a un concepto denominado el índice de Gittins, el libro plantea que la incorporación del arrepentimiento (o remordimiento) incluso en modelos matemáticos de decisión puede facilitar el análisis de decisiones y minimizar el riesgo de que se tomen las equivocadas.

No sólo es siempre fácil tomar la mejor decisión, pero frecuentemente es más sencillo identificar aquella que potencialmente nos provoque un menor arrepentimiento futuro.

Pero así como el arrepentimiento puede jugar un papel favorable si lo incorporamos en los mecanismos de decisión, también puede jugar, en el corto plazo, un papel negativo en las decisiones, particularmente en las que tomamos como consumidores.

En el estudio Markdown or Everyday Low Price? The Role of Behavioral Motives, de Zheng y Özer, se plantea que muchas de las decisiones de impulso que tomamos como consumidores tienen como detonador un elemento de remordimiento de corto plazo.

El documento muestra que, para muchos consumidores, en condiciones determinadas se genera una falsa percepción de que el producto que están analizando adquirir, puede dejar de estar disponible en el futuro o cambiar su precio, y el escenario de no poder adquirirlo después el que supone un potencial arrepentimiento; es ello lo que impulsa la compra de corto plazo.

La investigación partió de analizar las estrategias de venta de diversas compañías de retail en Estados Unidos, diferenciando las de aquellas que son más exitosas y que venden productos más caros.

Se encontró que frecuentemente el arrepentimiento de pagar un precio alto en el corto plazo es inferior al arrepentimiento potencial futuro que percibe el consumidor, ante la posibilidad de que el producto no se encuentre disponible o esté ya fuera de su alcance.

El estudio argumenta, además, que este efecto es particularmente más notorio en productos que son percibidos por los consumidores como de mayor calidad y, consecuentemente, tienen asociado un mayor precio; por ello el impacto en el gasto de este efecto es mayor, inmediato y determinante.

Como todas las emociones, el arrepentimiento puede generar efectos positivos o negativos en la conducta (incluyendo la financiera). Aprender a distinguir dichos efectos, entender cómo se manifiestan en nuestra conducta financiera personal y tratar de controlarlos, o por lo menos de mitigarlos, es fundamental si queremos tomar mayoritariamente las decisiones que mejor contribuyan a la estabilidad financiera personal y de nuestras familias.

El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual y director general de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo.

Síguelo en Twitter: ?@martinezsolares.