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Finanzas Personales

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Precios caros... que pagas con gusto

Analiza los precios de algunas cosas que pagas cuando vas al cine, compras un café o llamas por teléfono. Te sorprenderás al darte cuenta de que estás pagando muchas veces más su costo real.

¿Comprarías algo que vale cuesta 1,600% más que su precio original? La lógica dice que no. Pero lo hacemos con más frecuencia de lo que imaginamos.

Analiza los precios de algunas cosas que pagas cuando vas al cine, compras un café o llamas por teléfono. Te sorprenderás al darte cuenta de que estás pagando muchas veces más su costo real.

El cine

El cine es un ejemplo clásico de cosas por las que uno paga de más. Hagamos cuentas: una botella de agua de 600 mililitros te cuesta casi lo mismo que un garrafón de 20 litros. Lo mismo sucede con las golosinas: los chocolates que en la tienda consigues a 7 pesos, en el cine te los venden a tres veces más su costo. O qué me dices de las palomas, el paquete grande lo venden en 34 pesos, cuando unas de paquete para preparar en microondas cuestan 8 pesos.

Una taza de café

Reconócelo: estar en un sillón a media luz y música ambiental mientras disfrutas de un café americano por 27 pesos es muy agradable. Pero ¿qué te parece saber que estás pagando 1,600% más de lo que vale esa taza?

Haz cuentas: un cuarto de café molido cuesta 30 pesos, puede ser un poco más o un poco menos, dependiendo de la calidad y el lugar donde lo compres. Con esos 250 gramos puedes prepararte hasta ¡50 tazas! Es decir, una taza hecha en casa te estaría costando 1.6 pesos.

Agua embotellada

En México el consumo de agua por persona es de 169 litros al año, lo que nos convierte en el segundo país después de Estados Unidos que consume más agua embotellada, según la organización ambiental Earth Policy Institute.

Prácticamente 90% del costo del agua embotellada se debe a la botella y las empresas llegan a vender el producto hasta 10,000 veces más caro que su costo de obtención. Una opción es comprar un garrafón de 20 litros que cuesta 30 pesos, así rellenar tu botella te costará 1.5 pesos el litro.

Refrescos

Ya que hablamos de bebidas, hay que decir que los refrescos no sólo son afectan la salud, también lo hacen con el bolsillo. Un estudio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) entre presentaciones de refrescos (2.5 litros) y de agua embotellada (1.5 litros) reveló que el precio de las bebidas carbonatadas es 67% mayor que el del agua. Es decir, mientras que el litro de refresco cuesta 7.12 pesos, el de agua vale 4.27 pesos.

Hablar por celular

México es uno de los países donde es más caro el uso del celular, ya sea para llamar o para enviar mensajes, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Es más caro aún si te la pasas enviando mensajes de texto. De hecho, los SMS (Short Message Service) son un negocio muy rentable para las empresas, ya que para ellas es muy económico transmitirlos. En Estados Unidos, a las empresas les cuesta 0.3 centavos de dólar por mensaje, y lo cobran a 20 centavos a los clientes, lo que representa una ganancia de ¡6,000%! Si la misma regla aplicara, una muy breve conversación de voz debería costar más de 120 dólares.

Consumir en los hoteles

Cuando uno llega a la habitación de un hotel, se encuentra en el frigobar encantadoras botellitas de distintos sabores, chocolates, refrescos, botanas, todo lo necesario para pasártela bien… Hasta que te pasan la factura del consumo: 400% más caro que el precio normal.

La Coca-Cola de lata que en la tienda fuera del hotel cuesta 8 pesos, en el minibar cuesta 40 pesos. Ni qué decir de la botellita de tequila que bebiste. Te podría ser conveniente mantener tus manos lejos de los mini refrigeradores y, si estás de vacaciones con presupuesto limitado, darte un paseo por el súper.

Los medicamentos

Si bien la salud no tiene precio, esto no quiere decir que debes aniquilar tu presupuesto. En el mercado hay medicamentos que son hasta 600% más económicos que los de patente. Se trata de los genéricos intercambiables (GI), aquellos que tienen la misma sustancia activa que uno de marca y son una copia del fármaco original.

La diferencia en el precio es porque una farmacéutica puede tener la patente sólo 20 años, al cabo de ese tiempo puede venderlo como GI o bajo otro nombre. La Profeco recomienda que al acudir al médico le solicites la receta, además del nombre comercial del medicamento y de la sustancia activa para comprar el precio con la versión económica.

Alimentos preparados

Comprar lechugas o zanahorias previamente lavadas y cortadas te ahorrarán mucho tiempo en la cocina, pero estarás dañando tus finanzas. Esa es una de las estrategias de las tiendas para que gastes más, pero puedes evitarlas.

Por una ensalada de lechugas pagarás 90 pesos, 350% más que si compras tu propio vegetal; lavarlo y cortarlo te llevará unos 15 minutos. Lo mismo es con las verduras como la zanahoria o el brócoli: puedes comprarlas frescas, cortarlas y congelarlas para tenerlas disponibles siempre.

glopez@eleconomista.com.mx

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