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Biden anuncia evacuación de personal diplomático de embajada de EU en Sudán
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó la evacuación del personal diplomático de la embajada estadounidense en Jartum, Sudán, debido a los intensos combates que se han prolongado por más de una semana.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el sábado la evacuación del personal diplomático de la embajada estadounidense en la capital de Sudán, donde los intensos combates han entrado en su segunda semana, lo que provocó el cierre temporal del recinto diplomático.
"Hoy, siguiendo mis órdenes, el ejército de Estados Unidos llevó a cabo una operación para extraer al personal del gobierno estadounidense de Jartum", declaró Biden en un comunicado.
El grupo Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de Sudán dijo el domingo que "coordinó con" las tropas estadounidenses para evacuar la embajada de ese país en Jartum, donde los combates entre el ejército y el grupo paramilitar entraron en su segunda semana.
El sábado más de 150 personas de varios países se pusieron a salvo en Arabia Saudita en la primera evacuación de civiles anunciada, mientras otros países se preparan para evacuar a miles de civiles.
Las FAR también aseguraron "su plena cooperación con las misiones diplomáticas para darles todos los medios de protección necesarias" para evacuar a su personal.
El grupo había dicho que abriría "parcialmente" los aeropuertos de Sudán para facilitar las evacuaciones, pero no fue posible verificar cuáles aeropuertos están bajo su control.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los combates han dejado 413 muertos y 3,551 heridos en todo Sudán, pero se cree que el saldo es mayor, mientras la población vive con escasez de electricidad y alimentos.
La violencia se desató el 15 de abril entre el ejército del general Abdel Fatah al Burhan, gobernante de facto de Sudán desde el golpe de 2021, y su rival, el general Mohamed Hamdane Daglo, líder de las FAR.
Treguas fallidas
El sábado se escucharon intensos tiroteos, fuertes explosiones y aviones de combate en varias partes de la capital, según testigos.
Daglo dijo en un comunicado que había discutido la crisis con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y que estaba "enfocado en la tregua humanitaria, pasaje seguro y protección de los trabajadores humanitarios".
Cinco trabajadores humanitarios, cuatro de ellos de agencias de la ONU, han muerto en la violencia.
Dos treguas de 24 horas anunciadas previamente en la semana fueron ignoradas.
En Jartum, con una población de 5 millones, el conflicto dejó a los civiles aterrorizados refugiados en sus casas. Muchos salen solo a buscar comida o huir de la ciudad.
Aunque algunos de los combates más cruentos se han dado en la capital, también han ocurrido en todo el país.
La noche del viernes, el ejército acusó a las FAR de ataques en Omdurman, vecina de Jartum, donde liberaron "un gran número de internos" de una prisión, lo que el grupo niega.
Los combates arreciaron en Darfur, donde la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Fasher indicaron que su personal está "desbordado" por el número de pacientes con heridas de bala, incluidos niños.
Crisis en hospitales
En tanto, hay más planes en marcha para evacuar extranjeros. Corea del Sur y Japón desplazaron tropas a países vecinos, y la Unión Europea contempla hacer lo mismo para evacuar a sus diplomáticos y nacionales.
Más de dos tercios de los hospitales de Jartum y estados vecinos están "fuera de servicio" y al menos cuatro hospitales de Kordofan del Norte fueron bombardeados, según el sindicato médico.
A su vez, el Programa Mundial de Alimentos advirtió que millones de personas más podrían sufrir hambre debido a la violencia, en un país donde un tercio de la población necesita ayuda.
La disputa entre Burhan y Daglo surgió de los planes de integrar las FAR al ejército regular, un requisito clave del acuerdo para restaurar la democracia en Sudán tras el golpe militar que depuso al gobernante autocrático Omar al Bashir en abril de 2019.
En octubre de 2021, los dos militares se unieron para deponer al gobierno civil instalado tras la caída de Bashir.
Pero Daglo dice que ese golpe fue un "error", mientras Burhan lo considera "necesario" para incluir a más grupos en la política.