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Economía sin gasto, mala opción
Las utilidades corporativas se disparan. Las empresas acumulan miles de millones en efectivo. Sin embargo, nadie quiere contratar ni realizar nuevas inversiones, que son los principales ingredientes de una recuperación económica sólida.
Chicago. Las utilidades corporativas se disparan. Las empresas acumulan miles de millones en efectivo. Sin embargo, nadie quiere contratar ni realizar nuevas inversiones, que son los principales ingredientes de una recuperación económica sólida.
Muchos demócratas dicen que la economía necesita más estímulos. Los cabilderos de las empresas y sus aliados republicanos afirman que se requieren menos regulaciones e impuestos más bajos. Pero aquí, en el corazón del país, altos ejecutivos aseguran que ninguna de las dos evaluaciones encaja.
Culpan de la profunda cautela empresarial a su percepción de que el consumidor no podrá responder a las expectativas por muchos años. El resultado, dicen, es que la economía no podrá ya disfrutar al tipo de prosperidad ininterrumpida que se vivió durante un cuarto de siglo antes de la crisis financiera.
Los ejecutivos de empresas anticipan que el consumidor dedicará años a pagar las deudas incurridas durante la burbuja del crédito y ajustando su gasto a sus menores ingresos actuales. Es una era distinta , dice Daryl Dulaney, presidente de Siemens Industry, que emplea a 30,000 personas.
Aunque en su conjunto los ejecutivos no creen que la economía vuelva a caer en recesión, apuntan a un entorno de negocios en que las ventas avanzan y se detienen abruptamente, sin ningún patrón discernible, y los clientes dicen no saber cuándo volverán a comprar.
En el pasado, nuestros clientes tenían una visión muy clara del futuro y de sus necesidades, pero hoy no tiene idea de cuándo y cuánto producto van a requerir , dice Bill Larsen, presidente de Larsen Packaging. La empresa fabrica todo tipo de empaques y sus ventas irregulares durante meses reflejan con mucha certeza la actividad económica.
En el primer semestre, los gastos de capital de las empresas fueron un elemento positivo en la economía, ya que crecieron a una tasa anual de 20 por ciento. Pero los ejecutivos coinciden en que el gasto no fue para aumentar capacidad instalada, sino para renovación de equipos.
