Hackers sirios se atribuyen tuit falso que provocó la caída de la Bolsa de NY

Ayer por la tarde, a la 1:07, cuando la cuenta oficial de Twitter de Associated Press envió un tuit a sus casi 2 millones de seguidores que advertía: Ultimas noticias: Dos explosiones en la Casa Blanca y Barack Obama está herido , algunas de las personas que momentáneamente entraron pánico aparentemente estaban dentro o cerca del centro de operaciones de la Bolsa de Valores de Nueva York.

A la 1:08 de la tarde, el Dow Jones cayó en una peligrosa picada, pero de corta duración. Cayó cerca de 150 puntos, de 14697.15 a 14548.58, antes de estabilizarse a la 1:10 de la tarde, cuando la noticia de que el tuit había sido erróneo comenzó a difundirse. A la 1:13, el precio había vuelto a 14690. Durante esos tres minutos, el tuit falso borró 136,000 millones de dólares en valor bursátil , según Nikolaj Gammeltoft, de Bloomberg News .

En agosto, información falsa difundida en Twitter que sugería que el presidente sirio, Bashar al-Assad, había sido asesinado elevó los precios del crudo.

El mercado parece haberse recuperado del tuit hackeado de la AP, que fue a la vez juvenil y arreglado fácilmente. La AP se enteró rápidamente de que el tuit fue el resultado de un hackeo y cerró la cuenta de Twitter.

Casi una hora después de que todo había terminado, un grupo de hackers que apoyan a Al-Assad, un colectivo informal conocido como el Ejército Electrónico Sirio, se atribuyó la responsabilidad del ataque. El Ejército Electrónico Sirio ha secuestrado una serie de cuentas de Twitter de alto perfil, que a menudo pertenecen a grandes medios de comunicación, que usan para denunciar a EU y defender a Al-Assad.

El Ejército Electrónico Sirio no ofreció pruebas de su responsabilidad, ni envió tuit alguno para defender su causa desde la cuenta de AP, posiblemente debido a que ésta fue cerrada rápidamente.

Todo fue un intento de ciberespionaje sorprendentemente sofisticado, con fines de un vandalismo infantil. Aun así, este vandalismo tuvo un breve pero muy real efecto en la Bolsa de Nueva York, uno de los mercados financieros más importantes del mundo. Como Andy Carvin de National Public Radio preguntó en Twitter: ¿De cuándo acá los vándalos se gradúan en terroristas cibernéticos? . Se preguntó: ¿Qué hubiera pasado si el mercado no recuperaba tan rápidamente y por completo? ¿Qué hubiera pasado si los hackers hubieran sido lo suficientemente inteligentes como para secuestrar al mismo tiempo los feeds de Twitter de varias organizaciones noticiosas, y hubieran prolongado la ficción por minutos en lugar de segundos? No es tan descabellado como suena; varias organizaciones de noticias han sido golpeadas por el Ejército Electrónico Sirio.

Uno de los problemas con la seguridad cibernética y la ciberguerra es que los límites están mal definidos. Al igual que con el Ejército Electrónico Sirio, que apoya pero no es patrocinado oficialmente por el gobierno sirio, la línea entre el vandalismo y los actos de agresión de Estado puede ser difícil de definir. Y aunque se sepa quién fue el hacker, no está claro que eleva el acto al grado de exigir una acción en represalia.

Un estudio reciente, encargado por la OTAN, sostiene que cualquier ataque cibernético que causa daños a la propiedad física del mundo real o la muerte amerita una respuesta militar. Con base en tal definición, una caída temporal de la Bolsa ciertamente no alcanza el nivel de exigir una respuesta militar, al mismo nivel que lo haría un ataque terrorista.

Pero lo importante aquí no es el relativamente modesto daño causado por un hackeo intrascendente, que probablemente no cruzó la línea que separa el vandalismo del terrorismo, sino que la cuestión es exactamente dónde se encuentra dicha línea y lo que ocurre cuando un individuo o grupo la atraviesa.