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Geopolítica

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Irene inunda Manhattan; daños en la capital, leves

Mientras el huracán Irene siguió su marcha para dejar inundadas las calles de la ciudad de Nueva York, los residentes de Washington enfrentaban este domingo las secuelas de apagones generalizados, inundaciones y árboles derribados por los fuertes vientos.

Mientras el huracán Irene siguió su marcha para dejar inundadas las calles de la ciudad de Nueva York, los residentes de Washington enfrentaban este domingo las secuelas de apagones generalizados, inundaciones y árboles derribados por los fuertes vientos.

Al mediodía del domingo, medio millón de suscriptores se encontraban sin energía eléctrica en la zona metropolitana de Washington. Dado que durante todo el día se mantuvieron las fuertes ráfagas, seguían cayendo árboles por doquier y se incrementaban las interrupciones en el suministro eléctrico.

El huracán hizo su arribo en el estado de Nueva York a media tarde y se encaminaba a Nueva Inglaterra. El Servicio Meteorológico confirmó que se habían registrado al menos 14 muertes relacionadas con Irene.

Se ordenó el cierre de todos los grandes aeropuertos entre Baltimore y Boston, y la expectativa era que no reanudarían operaciones sino hasta el lunes por la mañana y que transcurrirían varios días antes de poder normalizar el servicio aéreo. El servicio ferroviario y de autobuses se suspendió durante todo el fin de semana entre Baltimore y Boston.

Aunque los tres aeropuertos de Washington permanecieron abiertos, las propias aerolíneas habían cancelado la gran mayoría de los vuelos. Los tres principales aeropuertos de Nueva York se cerraron.

Bloomberg informó que el tránsporte público en Nueva York había quedado desquiciado y que los daños e inundaciones en la red del Metro representaban serios problemas para la reanudación del servicio.

En Washington, el Metro abrió sus puertas dos horas más tarde de lo acostumbrado, lo cual afectó la dedicación del monumento a Martin Luther King. Las autoridades de Maryland y Virginia dijeron que se tomarían medidas especiales para el transporte público a partir del lunes en la mañana, pero a pesar de las medidas se anticipaba que el caos era inevitable en el inicio de la semana.

En términos generales, la percepción generalizada ha sido que gracias a que hubo una amplia anticipación por parte de las autoridades en la prevención de males mayores, la población en toda la Costa Este estaba bien preparada y los daños hasta ahora han sido comparativamente menores, además de que Irene perdió fuerza tras impactar las costas de las Carolinas.

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