Primer ministro de Turquía, a la cabeza en las elecciones

Estambul. EL PRIMER ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, intentó salir bien librado de un escándalo de corrupción en las elecciones locales que tuvieron lugar ayer en Turquía.

Erdogan seguramente no estará en las boletas de las urnas en todo el país, pero los primeros resultados publicados por las agencias de noticias turcas sugirieron que su partido superaría los resultados de las últimas elecciones locales, en el 2009.

Las elecciones son consideradas ampliamente como un referéndum sobre la tumultuosa regla que Erdogan implementó desde hace más de una década, pero el primer ministro ha estado haciendo campaña como si fuera su propia carrera la que estuviera en juego.

En las carreras de alto perfil para alcalde de Estambul y Ankara, los funcionarios del Partido de Justicia y Desarrollo de Erdogan, mejor conocido por su sigla en turco, AKP, estaban en una carrera apretada, de acuerdo con los primeros resultados. La junta electoral turca informó que más de 50 millones de personas tenían derecho a voto.

La participación electoral de la población parecía ser fuerte, había largas filas de personas en las casillas para votar. A pesar de que sondear la calidad es difícil de lograr en Turquía, se espera que el AKP supere a los partidos de oposición y gane la mayoría de los votos.

Pero qué tanto importará esa mayoría de votos. El partido de Erdogan ya ha estado tratando de reducir sus expectativas. El partido informó que esperaba 39% de los votos, tomando como punto de referencia el porcentaje que recibió en las elecciones locales del 2009.

Recep Tayyip Erdogan y su partido han dominado la política turca durante la última década, un periodo que ha sido de gran prosperidad. El partido llegó al poder respaldado por una base musulmana piadosa que le dio gran estabilidad, en un país que había favorecido a una élite secular. Pero AKP, cuyo símbolo es una bombilla de luz, también ha cultivado una identidad de pragmatismo y competencia.

Esa imagen se ha visto sacudida por un escándalo de corrupción, con una serie de cintas filtradas que pretenden derribar a cuatro ministros con revelaciones de sobornos y encubrimiento. Una cinta presuntamente involucra a Erdogan y a miembros de su familia; sin embargo, él y sus aliados rechazaron las acusaciones, refiriendo que es un complot orquestado por los seguidores del clérigo musulmán estadounidense, Fethullah Gülen, un ex aliado de Erdogan que rompió ?relaciones con él.

Recep Tayyip Erdogan ha sugerido constantemente en los mítines que el pueblo debe decidir si las cintas resultarán significativas a la hora de las elecciones. Lo que diga la gente es lo que se hará , comentó Erdogan después de depositar su voto. La decisión del pueblo se va a respetar .