Buscar
ASG

Lectura 4:00 min

Estados Unidos y el Acuerdo de París

Columna Invitada

Estados Unidos es el segundo mayor emisor de GEI del mundo, solo detrás de China

Estados Unidos es el segundo mayor emisor de GEI del mundo, solo detrás de ChinaShutterstock

En medio de la crisis climática de la que todos somos testigos, donde fuerte vientos y temperaturas extremas provocaron incendios sin precedente en el sur de California, Donald Trump anuncia la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París tal como lo hizo en su primer mandato. 

Lejos quedan los compromisos del país para reducir sus emisiones netas hasta el 66% en 2035 al abandonar el acuerdo global más ambicioso del mundo. A esta decisión se suman los seis bancos más grandes del país que han iniciado una salida intempestiva de diversas alianzas y coaliciones internacionales, argumentando tensiones políticas y legales. 

De acuerdo con datos de Naciones Unidas, el gigante estadounidense es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo, solo detrás de China, siendo ambos países los más responsables de la crisis climática, misma que nos afecta a todos pero que daña en mucho mayor proporción a los países de menores ingresos. 

El aumento en la temperatura global es evidente, cada año alcanzamos un récord mayor y los efectos son contundentes. Hacia 2050, con un aumento de 2°C de temperatura media mundial, más de 1,000 millones de personas sufrirán de escasez de agua y enfermedades, sumando a estas consecuencias una mayor pérdida de biodiversidad, incendios e inundaciones graves.

Hoy vemos más propuestas para impulsar las energías fósiles por parte de las recientes plataformas políticas que ahora se niegan a cumplir con los compromisos climáticos ya establecidos, argumentando una “crisis energética”, sin comprender que estas decisiones solo provocarían un retroceso en el desarrollo y la competitividad de sus economías. 

El cambio de rumbo es sin duda lamentable, ya que pone en la mesa de las discusiones la disyuntiva de continuar o no con la lucha climática; de elevar o no el financiamiento y la inversión sostenible, de solucionar los problemas de corto plazo a toda costa sin considerar los riesgos que enfrentaremos en las siguientes décadas.

Aunado a este movimiento la Fed anunció que abandona la Red de Bancos Centrales y supervisores para Enverdecer el Sistema Financiero (NGFS - 20217), porque su alcance había quedado fuera de su mandato. Sin embargo, la NGFS juega un rol significativo para promover mejores prácticas y herramientas para la construcción de sistemas financieros más verdes y sostenibles, considerando cómo los impactos macroeconómicos del cambio climático pueden ser integrados en las decisiones de política monetaria y cómo los riesgos climáticos pueden afectar la estabilidad financiera de los países.

El G20 por su parte, en la cumbre 2024 celebrada en Brasil reforzó el compromiso del grupo por abordar los desafíos globales entre los cuales destacan: la importancia de acciones coordinadas para acelerar la acción climática, reafirmar los compromisos de Paris y de neutralidad de carbono, promover la transición energética justa, el aumento del financiamiento verde público y privado, evaluar riesgos por pérdida de biodiversidad y la importancia de la revelación de información ASG.

¿Podríamos esperar también un cambio de rumbo en la agenda del G20?

Me animo a pensar que, en materia climática difícilmente, ya que existen reacciones y estrategias en política climática en sentido opuesto que se espera sean el contrapeso suficiente.La Unión Europea propone para marzo de este año un nuevo objetivo climático para reducir emisiones netas en un 90% en 2040, preparando el camino hacia emisiones netas cero en 2050 y fijando un nuevo objetivo en 2035 para presentarse en la próxima COP 30 de Brasil.

GFANZ (Alianza Financiera de Glasgow para el Net Zero) anuncia un nuevo enfoque para abordar las barreras existentes a la movilización de capital y acelerar la transición global hacia la sostenibilidad, cerrando tres brechas críticas: datos, acción climática e inversión para la transición.Latam y el Caribe continúan con su agenda climática, la región conoce los riesgos y las brechas existentes, se prepara el terreno como fuerza geopolítica, aprovechando oportunidades presentes reorientando flujos financieros hacia soluciones ambientales y sociales.

México, confirma su política financiera sostenible, buscando movilizar hasta 15 billones de pesos al 2030 en recursos financieros de fuentes públicas y privadas para proyectos que contribuyan al desarrollo social y ambiental, con acceso a financiamiento, divulgación y transparencia de información, a la par de instrumentos financieros innovadores, con la participación activa de todos los gremios financieros.

*es la directora general del Consejo Mexicano de Finanzas Sostenibles.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete