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Argentina elimina impuestos al campo y a la exportación industrial
Las medidas tienden a aumentar de súbito las reservas del Banco Central, cifradas este lunes en casi 24,500 millones de dólares.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, eliminó este lunes polémicos impuestos a las exportaciones industrial y agrícola, además de rebajar un gravamen a la soja, en una serie de medidas de apertura económica para reactivar al país sudamericano.
El presidente también anticipó que esta semana avanzará en el levantamiento de las restricciones cambiarias que rigen desde 2011, aunque no dió mayores detalles sobre el tema que mantiene en vilo a los argentinos que temen una devaluación de su moneda.
"Esta semana, en breve, tenemos que encarar otro paso importante en la normalización de nuestra economía, que es salir del cepo", dijo Macri, un empresario liberal de derecha en una conferencia ante la Unión Industrial Argentina (UIA).
El anuncio de la eliminación del impuesto a las exportaciones industriales -del 5% para el sector manufacturero-, se hizo el mismo día en que eliminó los impuestos a exportaciones de trigo, maíz y sorgo mientras para la soja se rebajó del 35% al 30 por ciento.
"A partir de hoy no habrá más retenciones a las exportaciones industriales, porque no corresponde", dijo Macri.
Agregó: "Estamos contra reloj. No tenemos más tiempo que perder". "El mundo no regala nada y nosotros tampoco. Es un incentivo a la inversión y a la innovación", enfatizó sobre los anuncios de la jornada.
Los productores calificaron el anuncio de "histórico", y dijeron que el próximo año podría crecer al menos 30% la siembra de trigo y de maíz, en momentos en que la producción de granos está en niveles pletóricos en el mercado internacional, con precios que bajan desde hace meses.
Con estas decisiones el gobierno argentino busca aumentar rápidamente las reservas del Banco Central, cifradas este lunes por la autoridad monetaria en casi 24,500 millones de dólares.
El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, apostó que las siembras de trigo y maíz volverán "a niveles históricos", luego de que los cultivos perdieran superficie por los impuestos que aplicó la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015), según indicaron.
"El desafío es retornar a los niveles de producción, crecer y dar valor agregado en los pueblos", señaló Chiesa al prever también que "va a crecer fuerte la producción de carne".
Argentina es el cuarto exportador mundial de maíz con una producción de 25 millones de toneladas, el tercero de soja con 57 millones de toneladas, y un importante proveedor internacional de trigo. Es además el mayor exportador mundial de aceite y harina de soja.
Momento de consenso
Macri asumió la presidencia el jueves, y enseguida buscó consensos con políticos, patronales agrícolas e industriales de todas las tendencias, tras haber ganado la presidencia con 51% de los votos y con un Congreso controlado por la oposición.
Los impuestos a las exportaciones de granos, que permitieron un sensible aumento de la recaudación, generaron en 2008 una prolongada huelga del campo que puso en jaque al gobierno centroizquierdista de Kirchner.
Analistas en Estados Unidos temen que la tendencia a la baja de los precios se acentúe con una mayor producción desde el país austral.
La medida argentina tiene precisamente por objetivo incentivar la producción agrícola, pero a corto plazo busca que los productores y exportadores liquiden el stock retenido, como una manera de que ingresen divisas a las alicaídas reservas del Banco Central, por debajo de 25,000 millones de dólares.
Según el nuevo gobierno, la reducción de ingresos a las arcas públicas, debido a la quita de impuestos a las exportaciones, se compensará en gran parte por el aumento de los impuestos a las ganancias de los productores.
Las exportaciones agrícolas globales estimadas para este año alcanzan unos 25,000 millones de dólares, un tercio del total de ventas al exterior.
Campo vs Industria
Macri dio por terminada la histórica puja en Argentina entre los intereses de los sectores agrícolas y los productores industriales, al sostener que no son antagónicos.
"Lo primero es que no hay más que plantear las cosas en términos del campo o la industria, el campo o el país, es el campo y la industria, el campo y el país. Porque sin el campo el país no sale adelante", advirtió.
En ese marco, el mandatario previó encontrarse este lunes con la Unión Industrial Argentina (UIA), donde 1,500 empresarios esperaban también novedades sobre las promesas de liberación del tipo de cambio.
Las patronales del campo, tanto como los sectores industriales y los exportadores, esperan una devaluación de la moneda de al menos 30% y que se consolide un tipo de cambio único.
El dólar en el mercado oficial cerró el lunes a 9.79 pesos por divisa, pero en el mercado paralelo el billete estadounidense está en torno a los 14.60 pesos, una brecha de casi 50 por ciento.