Lectura 4:00 min
Arrecia volatilidad: petroprecios y bancos centrales, los protagonistas
Tras la fuerte volatilidad que se viviera en los mercados la semana pasada, queda claro que los miembros de la OPEP ya aprendieron las formas de los banqueros centrales para mover los mercados vía declaraciones.
Tras la fuerte volatilidad que se viviera en los mercados la semana pasada, queda claro que los miembros de la OPEP ya aprendieron las formas de los banqueros centrales para mover los mercados vía declaraciones
Y es que ya llevamos un par de meses escuchando declaraciones de Arabia Saudita y Rusia, en el sentido de que están trabajando arduamente para lograr un pacto que congele sus niveles de producción a fin de estabilizar los petroprecios en el mercado, lo que ha generado grandes expectativas y, por supuesto, vaivenes en los niveles de precios del crudo, con las consecuencias que esto significa en los niveles de las bolsas accionarias, tasas de interés, precio de otros commodities como granos y metales y, claro, en tipos de cambio.
Finalmente se llevó a cabo la tan esperada reunión para alcanzar el acuerdo en Doha resultando en un verdadero desastre al no lograr Arabia Saudita que Irán se sentara a la mesa de las negociaciones. Lo anterior generó que el precio del petróleo se desplomará 4% en las operaciones del lunes.
La falta de acuerdos significaría para México una fuerte depreciación del peso y no solamente no se depreció, sino que se apreció 0.6%, al conocerse que la industria petrolera en Kuwait se estaba declarando en huelga, lo que implicaría una reducción de 50% en su producción diaria, mientras que por otro lado, William Dudley, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, hacía declaraciones que dejaban entrever que la normalización monetaria en Estados Unidos sería lenta.
La huelga en Kuwait llevó el martes a los petroprecios a cotizar en terreno positivo, logrando un avance de 3%; sin embargo, la huelga duró poco y el miércoles ya se anunciaba el levantamiento de la misma, lo que puso en rojo de nueva cuenta los precios del crudo, para finalmente venir a ser salvados por el anuncio sobre inventarios de crudo en Estados Unidos, emitido por la Energy Information Administration, que reportó que los inventarios de crudo se habían incrementado solamente 2 millones 80,000 barriles de petróleo contra 3 millones 100,000 que había reportado el American Petroleum Institute.
Adicionalmente, Rusia e Irak empezaron a declarar que era muy probable que los países miembros de la OPEP y algunos más se reunieran el mes de mayo, con el fin de intentar de nuevo llegar a un acuerdo sobre el congelamiento de la producción.
El mismo miércoles, el peso tocó su mejor nivel en tres semanas, al ubicarse en 17.21 pesos por dólar, tras haber ido perdiendo al inicio de la sesión.
Finalmente, el jueves se rompió el encanto y después de tres sesiones consecutivas en las que el peso le ganó terreno al dólar, simplemente se borraron las ganancias de la semana por la fuerte caída en el precio del petróleo, como consecuencia de la posibilidad de que Libia incremente su producción y las declaraciones de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, que regresó al discurso agresivo de hacer lo necesario para reactivar la economía de la Unión Europea, incluso, recortes adicionales a su tasa, depreciándose así el euro y fortaleciéndose el dólar.
El viernes, el peso terminó con una modesta ganancia, a pesar de la fuerte volatilidad en los petroprecios que llegaron a avanzar 3% durante la sesión, para finalmente perder 1% al cierre.
Hoy los mercados se debaten entre las declaraciones de los miembros de la OPEP y las de los banqueros centrales. Mientras que unos con promesas de congelar la producción han logrado elevar los precios de los niveles mínimos alcanzados en el año, los otros traen a los mercados especulando sobre cuándo será su siguiente movimiento en tasas.
Por lo pronto, esta semana el mercado considera que la Fed no subirá su tasa de referencia, mientras que sólo le da 20% de probabilidades a que lo haga en su reunión de junio.
Abróchense los cinturones porque la volatilidad llegó para quedarse.