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China pisa fuerte en la batalla del bitcoin
Ha endurecido la normativa, pero mantiene el dominio de su desarrollo. Los reguladores consideran que las criptomonedas podrían ser activos.
Aunque el comercio de bitcoins en China casi ha desaparecido por el endurecimiento de la regulación, el país ha logrado aumentar su influencia sobre su desarrollo dominando la minería (la creación de monedas).
El debate es si el bitcoin debe funcionar más como una commodity (mercancía) o como una moneda. Una facción apoyada por algunos mineros chinos prefiere lo segundo, ya que podría convertirla en una herramienta más práctica para los pagos online. La casa de cambio y de minería china ViaBTC acaba de habilitar el intercambio de una nueva criptomoneda, el bitcoin cash, bifurcación del bitcoin original. La esperanza de sus creadores es que impulse los volúmenes de transacciones y la liquidez. El precio al contado del bitcoin se ha más que duplicado en 2017, hasta alrededor de los 2,700 dólares.
La otra parte de la comunidad bitcoin preferiría actualizar el software existente y olvidar la nueva moneda. El bitcoin cash puede resultar un fracaso: cotiza ya por debajo de los 300 dólares.
Sin embargo, el alboroto muestra cómo están marcando la agenda los mineros chinos. La segunda casa de cambio de bitcoins del mundo, la china BTCC, estima que los ingenieros y empresarios del país manejan en torno al 70% de la actividad minera global de la moneda, que incluye facilitar las transacciones.
La ironía es que el comercio de bitcoins parece haberse derrumbado en China. Los reguladores tomaron medidas en enero, preocupados por la especulación y tal vez por la fuga de capitales. El comercio denominado en yuanes se ha mantenido cerca de cero desde entonces.
Pero el Gobierno no ha tratado de eliminar la minería, al contrario: considera muy interesante la tecnología blockchain. El mes pasado un experto del banco central dijo que las criptomonedas podrían ser activos, aunque dijo que el bitcoin en sí no es útil para las necesidades económicas modernas. Otro requirió que el FMI convierta sus derechos especiales de giro en una moneda virtual.
China conserva así sus opciones de influir en la tecnología, sin tener que preocuparse de la desventaja de la especulación.
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