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El escenario adverso
Los sucesos en lo que va de marzo han generado cierto grado de escepticismo entre los inversionistas con relación a la concreción de las políticas del nuevo gobierno norteamericano, mismas que intentan consolidar un mayor crecimiento y, en sus palabras, crear un mayor número de empleos.
La agenda se acumula y la ruta crítica de varias propuestas parece cada vez más complicada. Esto no es buena noticia para mercados que han sido sumamente entusiastas con la perspectiva generada.
La propuesta de un impuesto de ajuste fronterizo parece descartarse de una propuesta original que pretendía, con éste, recaudar recursos para compensar la baja de la tasa general de impuesto sobre la renta y para el ejercicio de un gasto mayor en infraestructura.
La fuerte oposición de las empresas del sector comercial y de muchos congresistas, bajo el argumento de que afectaría a los consumidores y por tanto al crecimiento, resulta importante.
Proponer la reforma impositiva sin una fuente de ingreso creíble que mantenga balanceado el presupuesto fiscal estadounidense se ha tornado más difícil. El mismo presidente Trump ha guardado silencio en apoyo a tal iniciativa.
La batalla se intentó suplir con una propuesta de un esquema migratorio basado en méritos, que pretende proteger los puestos de trabajo de los estadounidenses. Este esquema es novedoso y muy complicado de digerir en el Congreso. De entrada, suena a una aprobación que tardará.
Por último, una fracción de congresistas republicanos está intentando pasar a comisiones la propuesta para modificar el esquema de asistencia social conocido como Obamacare. Sin embargo, la oposición a dicha iniciativa está creciendo por parte de aseguradores, grupos hospitalarios, y algunos gobernadores republicanos.
Asimismo, otros miembros conservadores en el Congreso se oponen a la nueva legislación por considerar que no rechaza por completo los principios del Obamacare, algo que se prometió a la población durante la campaña.
Esta semana, el presidente mencionó que no puede haber una reforma integral de impuestos si no queda arreglado el tema de la seguridad en salud.
Todas estas dificultades en el ámbito político, anteriormente mencionadas, destacan lo problemático que está resultando al presidente Trump aplicar sus ideas expuestas en campaña.
Esto no puede prolongarse sin que los mercados lo observen y retrocedan en su entusiasmo actual. En algún momento, los inversionistas, que han sido demasiado complacientes con la expectativa de la famosa reflación , comenzarán a descontar los riesgos de que el tiempo pase y los resultados finales de la agenda legislativa sean tardíos e insuficientes.
El escenario de que la reforma de impuestos y el estímulo fiscal, que han sido descontados como un hecho para este año, no se presenten, suena terrible para los mercados que en estos momentos continúan en una posición de valuación muy elevada.
Más aún, la Reserva Federal parece que dará inicio a un nuevo ciclo de alza de tasas que en este año será de mayor magnitud que las alzas de los dos años anteriores, según lo expresó su presidente en la semana pasada.
Si lo que observan los inversionistas ahora no ha sido más efectivo en hacer retroceder a las bolsas o reducir los rendimientos en los mercados es porque la economía muestra signos de una recuperación que al parecer no se debe al Sr. Trump; pero que dista mucho de ser lo que los mercados han descontado. El paso del tiempo y la falta de concreción de las políticas que los inversionistas han descontado es el evento más relevante para los próximos meses, sin duda.
*Rodolfo Campuzano Meza es director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario puede ser enviado al correo: