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FED y Treasury-10
La semana pasada se caracterizó por una distensión de las presiones sobre la curva local de rendimientos, sin que esto representara una reducción significativa de las mismas.
La semana pasada se caracterizó por una distensión de las presiones sobre la curva local de rendimientos, sin que esto representara una reducción significativa de las mismas. Es posible que en el futuro próximo las tasas de bonos M se mantengan con fluctuaciones acotadas dentro de una banda estrecha, que para el plazo de 10 años puede ser de entre 6.15 y 6.35 por ciento
Así, existe un potencial de baja moderada en las tasas locales, seguido de episodios dominantes de presión alcista condicionado por el comportamiento previsible del rendimiento del bono del Tesoro de los EU al plazo de 10 años (Treasury10 o T-10). Por su naturaleza, el T-10 representa el costo de oportunidad relevante para las inversiones en instrumentos de deuda locales -y prácticamente en cualquier otro mercado. Por esta razón, por su respuesta a los posicionamientos de la Reserva Federal de EU (Fed) y la información económica, se ha convertido en el principal factor de riesgo.
En la primera semana de junio, la publicación del fuerte crecimiento que registró en mayo la nómina no agrícola de EU favoreció la última alza relevante en el rendimiento del T-10, que alcanzó 2.37 por ciento. En el mismo sentido, la tasa del bono M a 10 años alcanzó su máximo del año (6.28 por ciento). Posterior a este ajuste, las tasas en EU y México se han mantenido relativamente estables en espera del comunicado de política monetaria de la Fed, que se dará a conocer el 17 de junio. A pesar del fuerte crecimiento de la nómina no agrícola de mayo (ya referenciado), el comunicado de la Fed puede favorecer un descenso moderado de las tasas, si fortalece la posibilidad de que el alza en la tasa de referencia de esta institución se efectuará hasta el cuarto trimestre del año. Los factores que favorecen esta posibilidad son la revisión a la baja, a una tasa negativa del crecimiento económico de EU en el primer trimestre del año; así como una inflación anual también negativa. Cabe destacar que, de acuerdo con nuestros analistas de Citi, se prevé que el incremento en la tasa de la Fed tendrá lugar hasta diciembre de este año.
Las afirmaciones de varios miembros del Comité de Mercado Abierto de la Fed y de su presidenta Janet Yellen, en el sentido de que el alza en las tasa de referencia de la Fed tendrá lugar este año, sin duda mantendrán la presión alcista sobre la tasa del T-10 y de la curva local de rendimientos. Por otra parte, es importante destacar el comportamiento de alza escalonada observado en la tasa del T-10 a lo largo de este año; donde los fuertes incrementos asociados a la publicación de buenos datos económicos en EU son seguidos de moderados ajustes a la baja coincidentes ex post con las reuniones de política monetaria de la Reserva Federal. Así, desde el mínimo del año de 1.64% observado al cierre de febrero, la tasa del T-10 acumula un importante ajuste a la alza de 75 puntos base hasta su referencia actual de 2.39 por ciento.
Este patrón de comportamiento sugiere la posibilidad de que la Fed decida aplazar el alza de su tasa de referencia hasta que este ajuste quede descontado de manera anticipada por la tasa de mercado del T-10. Lo anterior permite un escenario en que el alza de la Fed se de en diciembre y sea de 50 pbs al tiempo que la tasa del T-10 podría ubicarse en un rango de entre 2.75 y 3.00 por ciento.
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