Los retos que enfrenta México

La semana pasada se llevó a cabo la reunión de política monetaria de la Fed, en donde finalmente se anunció que la Reserva Federal empezaría a reducir su abultado balance de 4.5 trillones de dólares bajo el esquema que anunciara en junio pasado, mediante el cual pretende la desinversión de 10 billones de dólares mensuales divididos en 6 billones en notas del tesoro y 4 billones en activos respaldados por hipotecas, el cual será incrementado cada tres meses hasta que los montos lleguen a ser de 30 billones y 20 billones respectivamente.

Con esto, Yellen habrá alcanzado antes de que se termine su mandato en febrero próximo, los tres objetivos que se hubiera planteado desde su inicio: dejar de inyectar liquidez al mercado, iniciar el incremento en tasas y reducir el balance de la Fed. Por lo pronto, en conferencia de prensa anunció que no habría incremento de su tasa de referencia este mes, pero sí que habría uno más a finales del año, y mostró sorpresa por los niveles de inflación que han prevalecido a lo largo del año, los cuales se encuentran todavía por debajo de la meta establecida de 2%; sin embargo, consideró que el ritmo de crecimiento económico actual es el esperado y por ende debe ir acompañado de una estrategia de normalización de su política monetaria gradual.

Lo anterior puede generar presiones al tipo de cambio y a las tasas de interés en nuestro país. Al incrementarse las tasas en Estados Unidos, México tiene que hacer lo propio a fin de no perder atractivo para los inversionistas extranjeros que podrían decidir salirse en busca de una adecuada relación riesgo-rendimiento y generar presiones a nuestro tipo de cambio.

Lo anterior también genera presiones inflacionarias, por lo que Banco de México tendría que actuar en consecuencia a pesar de haber dicho que ya no subiría la tasa en lo que resta del año, y si bien es cierto que el dato de inflación a la primera quincena de septiembre mostró una desaceleración, tras 14 meses de incremento, al ubicarse en 6.53% contra 6.74% del mes pasado, este nivel sigue estando muy por encima de la meta establecida por Banxico de un rango entre 2 y 4% para este año. Adicionalmente, habrá que esperar a ver el efecto que los sismos podrían tener en la inflación.

En otro frente, el fin de semana se inició la tercera ronda de negociaciones del TLC en Canadá, donde se espera haya avances más importantes en los temas donde hay consenso, pero habrá que estar muy atentos a los complicados, que implican los estándares laborales, las reglas de contenido nacional y el mecanismo de solución de disputas; todos ellos con el potencial no sólo de empantanar las negociaciones, sino incluso de propiciar que alguno de los países se levante de la mesa. Lo anterior se puede traducir en volatilidad para los mercados mexicanos y que las inversiones se queden en stand by.

Sin duda existe gran presión sobre el TLC, ya que las negociaciones se llevan a cabo contrarreloj por los tiempos electorales en México y Estados Unidos del año entrante.

Para aderezar, de aquí a diciembre habremos de conocer a los candidatos para la elección presidencial en nuestro país, en donde el mapa electoral ha cambiado las ideologías por los números, para crear frentes que aseguren el triunfo.

México está de pie

En medio de la tragedia, hemos podido atestiguar lo mejor y peor de nuestra sociedad. Yo me quedo con lo bueno. México saldrá adelante porque lo mejor de nuestro país es su gente. Que sirva como recordatorio de que la sociedad civil, movida por el bien común es más fuerte que la fuerza del que persigue el bien individual.

Que todos se levanten, que nadie se quede atrás, que no seamos uno ni dos de nosotros, sino todos .

Popol Vuh

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