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Política y mercados

En mayo, el mercado accionario mexicano presentó un avance marginal de sólo 0.24% debido a una toma de utilidades que, por momentos, situó el índice por debajo de los 49,000 puntos y que se antoja natural después del elevado rendimiento de casi 9% que el IPC de la BMV acumuló los primeros cuatro meses del año

De cara a la publicación en julio de los reportes financieros de las emisoras al segundo trimestre del año, es posible anticipar un buen desempeño del mercado accionario motivado por la revisión al alza de los pronósticos de crecimiento económico en el 2017, la apreciación del peso mexicano, la elevación de las tasas de interés de corto plazo y los indicios de corrección en el desequilibrio de las finanzas públicas.

Factores todos que favorecen la entrada de inversión extranjera de portafolio a nuestros mercados financieros.

La pausa de mayo en la trayectoria ascendente del índice de la Bolsa Mexicana de Valores estuvo motivada, principalmente, por dos factores:

1. La fuerte volatilidad observada los mercados accionarios de EU y Brasil ante los graves problemas políticos que enfrentan sus gobiernos; a saber: la dificultad de la administración Trump para conseguir la aprobación de sus políticas públicas por parte del Congreso y/o el Poder Judicial. Y las presiones para la caída del gobierno de Michel Temer por graves escándalos de corrupción política.

2. La cautela de los inversionistas ante las elecciones del pasado domingo 4 de julio en los estados de México, Coahuila y Nayarit (gubernaturas) y Veracruz (municipios).

Los acontecimientos del 2016 (Brexit, elección de Trump, etcétera) mostraron la alta sensibilidad de los mercados financieros ante los eventos políticos.

En este contexto, cabe destacar los buenos resultados de la jornada electoral del pasado 4 de junio, tanto por la civilidad que imperó en el proceso como, muy principalmente, por restarle impulso a la propuesta de izquierda radical, adversa a las reformas estructurales y orientada trastornar el buen desempeño de la economía.

Las operaciones de junio iniciaron con el reporte laboral de Estados Unidos, donde la nómina no agrícola de mayo muestra un incremento de 138,000 nuevas plazas; este aumento parece decepcionante frente a las 185,000 que anticipaba el mercado y por una disminución de 66,000 empleos en las cifras revisadas de los dos meses anteriores.

El dato no tuvo incidencia negativa en los mercados debido a que la tasa de desempleo fue de 4.3%, la más baja en 16 años. Es prematuro sugerir que el debilitamiento de la nómina no agrícola está provocado por las erráticas políticas públicas de la administración Trump; pero de mantenerse esta tendencia crecerá aún más la decepción y el aislamiento de su gobierno.

Por lo pronto, el dato parece insuficiente para modificar la expectativa de que la Reserva Federal elevará el rango de su tasa de referencia 25 puntos base, para ubicarlo en 1.00 – 1.25% en su reunión del 13 y 14 de junio.

Por su parte, el peso mexicano se mantiene como una de las monedas con mayores ganancias frente al dólar estadounidense en el 2017.

La apreciación acumulada por el peso desde que el tipo de cambio interbancario alcanzó su máximo de 21.9044 pesos el 19 de enero es superior a 16 por ciento. Al cierre de las operaciones del 5 de junio, el tipo de cambio interbancario se ubica en 18.3665 pesos, esto es, una apreciación del peso de 1.4% frente al tipo de cambio del viernes 3 de junio. Al parecer, el mercado cambiario también avala el resultado del reciente proceso electoral.

*José Arnulfo Rodríguez San Martín?Pichardo Asset Management (PAM) ?Debt Senior Analyst & Portfolio Manager.

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