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¿Qué es el PER y por qué no puede ser tu única referencia al invertir?
Los ratios financieros se encuentran entre las herramientas más utilizadas en los mercados. El PER es uno de los más populares en el mundo de las inversiones.
Las decisiones en los mercados accionarios pueden parecer muy complejas en las películas, pero la realidad es que los inversionistas siempre intentan hacerlo de la manera más sencilla posible. Para esto se apoyan en diversas herramientas de las cuales se sirven, así como de su intuición y expectativas económicas.
Los ratios financieros se encuentran entre las herramientas más utilizadas en los mercados. Los inversionistas, que en algunas ocasiones suelen tener identificado su ratio favorito (y en algunas otras más de uno) toman las cifras de la empresa para crear una base para comparar con otras compañías del sector o similares.
Entre los ratios más utilizados tenemos al ratio precio-beneficios o PER (Price to Earnings Ratio). Se trata de un número que tiene el objetivo de expresar con claridad la relación que hay entre el precio de una compañía y los beneficios del negocio: es decir, la confianza del mercado en el crecimiento del beneficio.
Cálculo y uso
El PER se calcula con una simple división que puede realizarse de dos formas: la primera es dividiendo el valor por capitalización de una empresa (suma de todas las acciones) entre el beneficio neto anual y la segunda se obtiene con el precio de una acción y el beneficio por acción (BPA) reportado por la firma.
“El Price to earnings nos permite comparar el precio de una acción con los ingresos que la empresa genera por cada acción. Es una cuestión de rentabilidad, Nos indica si la acción de la empresa está sobrevalorada o infravalorada frente a empresas del mismo sector”, explicó la firma local Marlin Investment Group.
Una variante del PER que intenta mirar hacia el futuro, añadió Marlin, se toma con base en el beneficio por acción esperado por la compañía en su informe financiero. “El primer PER mide el comportamiento en el pasado y el segundo busca anticiparse al futuro”, añadió el departamento de Análisis de la empresa.
Una vez que se obtiene el número es posible compararlo con los PER de otras empresas e incluso con los PER que se obtuvieron con la misma compañía en otros momentos de su historia como emisora. El objetivo es tratar de identificar una sobrecompra o, mejor aún, una subvaluación en el precio de la acción.
Los alcances del PER
Los inversionistas dan diversos usos al PER y no son pocos los que consideran que hay niveles óptimos que pueden generalizarse para medir a las compañías, por ejemplo, que menores a 13 indicarían debilidad en el negocio y mayores a 23 un precio excesivo. Sin embargo, este uso del PER es incorrecto.
“El PER es un indicador de expectativas”, recuerda la firma neerlandesa ING, en su sitio web. “Si es elevado, indica que los inversores confían en que el beneficio irá creciendo a buen ritmo en el futuro. Por eso, pagan cantidades muy superiores al beneficio actual o al previsto en los próximos ejercicios”.
Sobre usar beneficios futuros en el cálculo que antes debe considerarse que no será tan fiable, ya que no toma en cuenta algunos factores como las tasas de interés: “cuanto más elevados sean, menos se valora el futuro. Por lo tanto, el precio de las acciones será más reducido y, con él, también el PER”, añade.
Se cita en libros como idea de Warren Buffet (uno de los inversionistas más exitosos) el concepto del PER como una aproximación inicial hacia una decisión de inversión. Pero él preferiría tomar promedios de beneficios anuales de varios años, considerando la acción como un cupón con rendimiento variable.
La cuestión, definitivamente, es conocer a la compañía a profundidad. Entre más datos, mejores decisiones podemos tomar: Cualquier afirmación que se haga sobre el PER debe entenderse dentro del contexto y evolución de la empresa y su cotización, así como del entorno económico, añade ING.