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¿Qué hago con mis dólares?
Esta pregunta se la deben planear muchos inversionistas en México al ver sus estados de cuenta de marzo. A pesar de todo el pánico con que iniciaron el año, el dólar ha resultado la peor inversión durante el primer trimestre. ¿Hay que vender? No necesariamente, déjeme clarificarle algunos criterios
Es cierto que una cartera invertida en puros dólares no ha ganado nada en lo que va del año.
Terminamos diciembre en niveles de 20.40 pesos por dólar y el tipo de cambio fue de 18.70 pesos por dólar. Hay una baja de 9% en el valor de su inversión.
Por el contrario, si usted invirtió en pesos debe registrar al menos una ganancia cercana a 6% entre enero y marzo. Si lo hubiese hecho en la Bolsa, este diferencial de rendimientos es mayor, cercano a ¡20 puntos porcentuales!
Pero dejemos la óptica anual. Usted fácilmente me diría que entre noviembre y diciembre había ganado los mismos 20 puntos estando en dólares. Luego entonces veamos el asunto en un espacio de tiempo más amplio. No perdió nada ni ganó nada por tener dólares entre octubre y marzo. Pero la Bolsa hoy mismo registró un nuevo máximo histórico y las tasas en pesos ofrecen un rendimiento bastante mayor.
Ya sabe lo que pasó: los flujos de entrada de inversionistas extranjeros al mercado de deuda regresaron. Una posición más constructiva de la administración estadounidense respecto a la relación México, un diferencial de tasas más amplio, la emisión de coberturas cambiarias y el apoyo que brinda el remanente de Banxico a finanzas públicas pavimentaron el escenario de apreciación del peso.
La combinación de esta situación con un entorno global estable ha propiciado además que las tasas de interés se hayan estabilizado y que la Bolsa volviera a merodear los 49,000 puntos. Las ganancias en pesos han sido de las mayores en el mundo.
Sin embargo, es difícil pensar en un sostenimiento de estos beneficios. Es obvio que México tuvo una refracción fuerte después del pesimismo y los malos desempeños del cierre del año pasado.
Pero no encontramos valor ni en los niveles actuales de la Bolsa ni en las tasas de largo plazo. Más bien, vemos con mayor convencimiento la idea de aprovechar tasas de interés de corto plazo que serán por un tiempo bastante elevadas.
Esperamos que el tipo de cambio tenga mayor estabilidad. Posiblemente veamos rangos incluso inferiores a los actuales de aquí hasta el verano.
Pero el peso sigue siendo una moneda frágil si las noticias se vuelven de nuevo adversas, tanto en el exterior como a nivel local. Y hay muchas cosas que vienen que pueden generar inestabilidad.
Desde un punto de vista pragmático, en mi entender un portafolio bien administrado en estos momentos debe estar intentando capitalizar sus utilidades de Bolsa, concentrando el grueso de la cartera en cobrar tasas de interés de corto plazo (riesgo reducido) que pagaran bien por un buen tiempo (tal vez dos años) y sí, manteniendo una participación en dólares.
Así de sencillo. El peso de las tasas a las que la postura de política monetaria en México ha llegado es muy fuerte. ¿Realmente cree que la Bolsa, a partir de los 49,000 puntos, le puede pagar otro 7% en 12 meses, es decir, puede llegar a más de 53,000 puntos?
¿Cree que habrá una reversión de la política monetaria pronto, de tal modo que las tasas de largo plazo sean una inversión relativa favorable?
Si su respuesta es como la nuestra, entonces venda la Bolsa, aproveche los intereses elevados libres de riesgo, y no venda sus dólares, por ahora.
*Rodolfo Campuzano Meza es director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario puede ser enviado al correo: