Reparto de utilidades, prestación con rendimientos

La llegada de un ingreso adicional puede ser el momento ideal para incrementar nuestro volumen de ahorro, o en su caso, comenzar con esta práctica, si es que no se tiene la disciplina.

En este sentido, el reparto de utilidades bien podría ser el momento oportuno para que los empleados que reciben esta prestación canalicen los recursos a un instrumento que no sólo garantice su valor en el tiempo, incluso pensar en rendimientos.

Para las personas morales que generaron utilidades, el reparto de las mismas con sus trabajadores tiene como límite máximo el 31 de mayo, y para personas físicas con actividad empresarial la fecha límite es el 30 de junio, de acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Al cierre del 2013 en México existían cerca de 16.41 millones de personas que laboraban en empleos formales. La gente que recibe este ingreso tiene el derecho y libertad de decidir sobre este recurso , consideró Alejandro Díaz de León, titular de la unidad de crédito público de la SHCP.

En la perspectiva del funcionario, el origen mismo de las utilidades debería ser el factor a considerar para darle un fin adecuado a estos recursos y que esté en línea con el hecho de que esta prestación es un reconocimiento al esfuerzo que se hace durante todo el año.

Cuando se tienen recursos adicionales es una muy buena oportunidad de construir un patrimonio, sobre todo en una época del año en la cual no existe tanta tentación de recurrir al gasto, como podría ser en Navidad y fin de año, comentó Alejandro Díaz de León Carrillo.

FORMALIDAD

Con base en los datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), 36% de las personas ahorra mediante esquemas informales; éstos son alcancías, tandas o conocidos.

Bajo esta realidad, para los trabajadores que reciben una parte de sus ingresos a través del reparto de utilidades, o mediante bonos de compensación, un elemento clave que deben procurar es preservar el valor del dinero, identificando alternativas que garantizan un método de ahorro seguro.

No existen opciones más seguras que los valores gubernamentales, comentó Alejandro Díaz de León, aunque tradicionalmente existe la idea de que estos instrumentos sólo son para los grandes inversionistas.

Una alternativa para participar en los valores gubernamentales es Cetesdirecto, un vehículo de inversión productivo y único que no genera costos ni comisiones por manejo de cuenta.

Cetesdirecto es un vehículo seguro no sólo porque se invierte en instrumentos que garantizan los recursos de los ahorradores, sino porque se emplean plataformas tecnológicas de punta; pero también porque se encuentran reguladas por las autoridades, que da certeza sobre los sistemas y transacciones que se realizan, agregó Díaz de León Carrillo.

patricia.ortega@eleconomista.mx