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Tensiones comerciales entre China y Estados Unidos podrían afectar el nearshoring en México: especialistas

México podría alinearse a políticas estadounidenses para maximizar los beneficios del nearshoring.

Foto: AFP

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La relocalización de las empresas a México, mejor conocido como nearshoring, podría correr peligro ante el aumento en las tensiones entre China y Estados Unidos, coincidieron especialistas durante la Cumbre Cumbre Anual de Índices & ETFs, organizado por S&P Dow Jones y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). 

Ante el aumento del cobro de aranceles de Washington a Pekín desde el 2018, empresas trasnacionales se interesaron en reubicarse en México. Sin embargo, la reciente imposición de aranceles del 100% a los automóviles chinos por parte de Estados Unidos podría acabar con el atractivo del nearshoring en el país.  

En el caso de México, la energía limpia para incrementar la producción de las empresas que lleguen al país y el alto estrés de agua en 11 de los 32 estados de la República, el cual podría ascender a 20 entidades en los próximos años, son algunos de los retos que han alentado el proceso del nearshoring, aseguró Elijah Oliveros-Rosen, economista jefe, mercados emergentes, S&P Global Commodity Insights.  . 

Adicionalmente, los altos índices de inseguridad alejan a inversionistas y hay una carencia en el capital humano especializado en el sector manufacturero, detalló.  

La proximidad geográfica con Estados Unidos, y la creciente necesidad de diversificar las cadenas de suministro globales, colocan a México en una posición ventajosa para atraer inversiones y manufactura, dijo Oliveros-Rosen 

Este cambio podría incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) de México significativamente, con proyecciones que sugieren un crecimiento anual del 3%; para conseguirlo será necesario que la manufactura duplique su producción, puntualizó.  

Sin embargo, Carlos Pascual, vicepresidente senior, responsable de Geopolítica y Asuntos Internacionales, S&P Global Commodity Insights, comentó que, el objetivo de Estados Unidos es llevar la manufactura a su país.  

“Uno tiene que entender que, con las inversiones que Estados Unidos hace en subsidios, no es solamente para dejar que la manufactura acontezca en México, lo que quiere es que esa manufactura vaya para Estados Unidos y usar a Latinoamérica como una fuente de diversificación”, puntualizó Pascual.  

México debe alinearse a políticas estadounidenses para maximizar los beneficios del nearshoring, dijo el vicepresidente senior, lo que implica resolver disputas comerciales. En ese sentido, cuando se realicen las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en el 2025, “se le cuestionará a México de que lado está”, aseguró.  

Nearshoring podría impactar negativamente

Al recibir más empresas manufactureras México podría tener un impacto positivo y negativo en términos de sostenibilidad, comentó María Sánchez, directora en gestión de productos de índices de sostenibilidad, índices de renta variables de Estados Unidos, S&P Dow Jones Índices.  

 "Por un lado, puede reducir la huella de carbono al acercar las operaciones de manufactura. Por otro lado, si no se gestionan adecuadamente, los movimientos de manufactura podrían exacerbar problemas locales de agua y energía, así como cuestiones laborales y ambientales”, explicó. 

De acuerdo con la Secretaría de Economía de México, el nearshoring podría generar inversiones extranjeras de hasta 30,000 millones de dólares en los próximos años.

fernanda.martinez@eleconomista.mx

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