AMLO en el espejo de "El Mayo" y Maduro

En los últimos días dos asuntos han acaparado la atención mundial, Olimpíadas aparte. Me refiero a la captura, secuestro o entrega del capo conocido como el Mayo Zambada y a las elecciones en Venezuela. Se ha escrito mucho al respecto de los dos temas, pero cabe tratarlos juntos porque hay un común denominador: las respuestas del gobierno mexicano, específicamente las de Andrés Manuel López Obrador. 

Resumo el tema del Mayo Zambada: el gobierno estadounidense no le tiene confianza al gobierno mexicano (ya desdeendenantes) y organizó la operación de captura-secuestro-entrega del criminal sin avisarle, pero muy probablemente con ayuda de militares o exmilitares y agentes norteamericanos en México. Esta acción exprés la hizo así Biden por una razón: elecciones. Y le salió bien (por fin algo que le sale bien) al ocupante de la Casa Blanca. Dos por uno: Javier Guzmán López e Ismael Zambada García. 

Lamento decirle un par de cosas a la buena gente que está esperanzada con que esto sea el principio de la acción de EUA contra AMLO. No, reitero: se hizo con fines electorales no con el fin de rescatar a México o darle su merecido castigo al aprendiz de dictador. O sea, la DEA no es la esperanza de México (eslogan idiota que circula por las redes). La segunda cosa para decirles a los que se frotan las manitas esperando que el Mayo hable de los apoyos a López y su camarilla es: si Zambada habla dudo mucho que sólo tenga cosas que decir de MORENA y AMLO, también puede dar relatos interesantes y nutritivos de cómo florecieron sus negocios al amparo de destacados priistas, panistas y demás. Dios agarre confesados a los miembros de la ilustre galería política.

Una ilusión perdida más: si esperan que Estados Unidos comparta la información, les tengo que decir que el pasado reciente nos ha enseñado que se guardará y administrará los datos hasta que le convenga usarlos. Así que los pillos de todos los colores partidarios y los del crimen organizado tienen dos caminos: tratar de esconderse o convertirse en testigos protegidos del gobierno de Biden (o el de Trump o de Harris), igual que lo han hecho asesinos y grandes criminales, pasan unas ligeras vacaciones carcelarias y luego salen libres en territorio estadounidense. Los muertos y las familias destrozadas se quedan de este lado del Río Bravo.

En lo personal, me tiene sin cuidado si lo del Mayo fue captura, secuestro o entrega. Es cierto que fue gozoso ver, una vez más, a Rosa Icela Rodríguez, la supuesta secretaria de Seguridad, balbuceante, confundida y enredada y al prócer desligándose de la captura del “señor Zambada”.

Y me tiene sin cuidado porque no le sirve la captura a la pacificación del país. Calderón y Peña (López ni eso) atraparon a un buen número de jefes del crimen organizado y la violencia no sólo no disminuyó, sino que aumentó. Este es un fenómeno bien estudiado por los expertos, causar estragos a un cártel generalmente redunda en la aparición de bandas armadas sin un mando único. El problema aumenta en lugar de disminuir porque esas bandas pelearán por territorios al precio y las vidas que sea. Biden lo hizo por las elecciones porque la captura tampoco ayudará a bajar el envío de drogas a los Estados Unidos o el consumo.

En todos los asuntos que lo pueden comprometer o exhibir su verdadero talante autoritario, AMLO es tibio y elusivo. Un ejemplo de ello es su deferencia a los criminales, pero esto también nos lleva al otro asunto: las elecciones de Venezuela. Prácticamente los países más relevantes de América Latina, la Unión Europea y Estados Unidos han llamado a que se hagan públicas las actas de votación. No hay duda de que Maduro perdió las elecciones y se está cometiendo un fraude enorme. 

Brasil, Argentina, Perú, Chile, Costa Rica, Uruguay, Estados Unidos, los secretarios generales de la OEA y la ONU, entre otros, han hecho llamados a transparentar las elecciones, ha habido muertos por la represión, Maduro y su pandilla parecen decididos a quedarse en el poder y llevar a cabo una mayor represión, los rumores de que una parte de los militares se aprestan a intervenir están a la orden del día, pero AMLO y Sheinbaum han hecho tímidos llamados a qué se transparenten las actas sin agregar nada más. Han hablado de esperar los resultados oficiales de los órganos encargados de contar los votos, instituciones controladas por el chavismo.

Más allá de la coyuntura, es probable que AMLO no termine de deslindarse ni de un criminal como el Mayo Zambada ni de un dictador como Maduro porque se ve en un espejo y contempla el verdadero rostro de Dorian Grey.