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Opinión

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Bienvenidos a Dinamarca

La actual administración gubernamental tuvo la ´genial idea´ de liquidar al Seguro Popular en 2019 y anunciar que el Insabi era su principal plataforma para fortalecer la cobertura de salud en México.

Pero nació lerdo de origen; desde el principio no tuvo andamiaje legal claro ni funcional y tampoco se definió una estrategia integral e interinstitucional para el sistema de salud.

Ahora, casi cuatro años después, surge otra ´genial ocurrencia´: eliminar al Insabi porque será IMSS-Bienestar el gran sostén de esa aspirada plataforma de la salud pública nacional. En 2022 ya se había dado el paso para darle fuerza al IMSS Bienestar convirtiéndolo en un Organismo Público Descentralizado, pero en la Ley General de Salud seguía rigiendo el Insabi.

Durante su corta vida el Insabi tuvo terribles resultados. Teniendo como director general a alguien con cero expertise o capacidad como Juan Ferrer no podía ser de otra manera; nada le salió bien. Ni las compras de insumos ni la contratación de recursos humanos ni el control de la corrupción. Ahí está el caso de Carlos Piazzini Guerrero que desde el Insabi llegó al Consejo de Salubridad General y más pronto que tarde empezó a hacer negocios. Lo evidenciamos en este espacio y al final lo despidieron. Insabi fue ganando fama de corrupta entre todas las instituciones del sector salud.

Lo preocupante hacia adelante es la coyuntura política en torno al IMSS. Es muy sabido que su director general Zoé Robledo ya perfila su salida para agarrar camino rumbo a las elecciones en junio del 2024 para contender por la gubernatura de Chiapas. De hecho hay versiones de que la idea de IMSS Bienestar habría sido presentada por Zoé al inquilino de Palacio Nacional -que lo tiene en gran estima- previendo que le permita elegir a su sucesor en el IMSS.

Será una transición delicada porque el IMSS no sólo es el principal instituto de salud de México, el más grande de América Latina, sino que se hace cargo de otras áreas primordiales de la seguridad social en el país como las pensiones, y ahora con IMSS Bienestar, también de la cobertura de los no asegurados.

Hay muchas preguntas abiertas. ¿El IMSS Bienestar se hará cargo de las deudas que estará dejando el Insabi? Sólo a la industria proveedora de medicamentos, dispositivos médicos y material de curación le deben varios miles de millones de pesos, que se arrastran en algunos casos desde el 2020. Y hablando de esto, ¿quién cerrará el proceso de cierre con UNOPS?; dicho convenio con Insabi fue otra idea genial que terminó en monumental fracaso.

Buscando ser positivos, la desaparición de Insabi podría ser una oportunidad de reducir duplicidades y buscar eficiencias y ahorros para el sistema, lo cual si se hace bien podría ayudar a ir rumbo a un sistema único de salud pues uno de los problemas históricos de nuestro sistema es la costosa fragmentación. Pero en el plan aprobado eso no está claro.

Otro de los aspectos que no queda claro es cómo fluirá el presupuesto de IMSS-Bienestar hacia los estados. Con esta reforma el gobierno busca mayor centralización y control, pero sobretodo de los recursos como ha sido el afán en este sexenio.

¿Qué pasará con los convenios que los estados firmaron con Insabi? Si de por sí no todas las entidades aceptaron adherirse -y como autónomos pueden decidir lo que les conviene-, menos aceptarán firmar convenio con IMSS Bienestar.

Y es que la Federación les está obligando a perder no sólo el control operativo de recursos humanos e infraestructura hospitalaria y centros de salud, sino también del presupuesto. Es decir, el gobierno federal busca seguir avanzando en el control de la salud desde el centro en todo el país, pero -como explica el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba- está por verse que todos los gobernadores lo acepten porque están perdiendo ahora dos ramos presupuestales el ramo 12 que le tocaba del Insabi y el ramo 19 ahora asignado a IMSS Bienestar.

Otra cosa fundamental: debe transparentarse el destino de los 107,000 millones de pesos tomados del Fonsabi y otros miles de millones de pesos invertidos en adjudicaciones directas que quedaron en la oscuridad. No cejaremos en insistir sobre esto.

Total que en medio de tanto aquelarre nos queda reírnos de nuestra desgracia y decir: ¡bienvenidos a Dinamarca!

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Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

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