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Conectividad móvil y redes 5G en América Latina
De acuerdo con Santiago Yunes, de The Competitive Intelligence Unit, dos métricas cruciales para medir el desarrollo de la infraestructura en telecomunicaciones son; la adopción de la Banda Ancha Móvil (BAM) y la cobertura de 5G.
La accesibilidad a la BAM hace referencia al acceso a internet de alta velocidad a través de dispositivos móviles y la disponibilidad de cobertura 5G señala la disponibilidad de redes de nueva generación, que ofrecen mayor velocidad y menor latencia.
Curiosamente, el estudio demuestra que existe una clara correlación entre adopción de BAM y transición a redes 5G. Es así que, los países con mayor adopción de la BAM o un mayor número de conexiones per cápita cuentan con una infraestructura tecnológica más avanzada y robusta, lo que facilita la transición a redes 5G. La demanda de servicios móviles de nueva generación crea un entorno favorable para la implementación de 5G.
De igual forma, los países que han adoptado políticas proactivas para la asignación de espectro y que han simplificado los procesos de despliegue de infraestructura son aquellos en los que la cobertura de 5G se ha expandido más rápidamente. Estas políticas estimulan la competencia y el ejercicio de inversiones, acelerando el despliegue de nuevas tecnologías.
La publicación de CIU observó que Chile es el líder en el desarrollo de la conectividad móvil en América Latina, con las más altas métricas en ambas variables: 237 suscripciones per cápita de BAM y una cobertura de 5G que alcanzaría a 57% de la población. A Chile, le seguiría México, que registraría 221 suscripciones per cápita y una cobertura de 5G de 54%. En el otro extremo del espectro, Guatemala se ubicaría con 17 suscripciones per cápita a la BAM y una cobertura de apenas 20 por ciento.
El resto de los países, como República Dominicana, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú y Brasil, se encuentran reunidos en un rango intermedio. Específicamente, República Dominicana contaría con 81 suscripciones per cápita, mientras que Colombia alcanzaría 166, con un avance del desarrollo de 5G aproximado a 30% de la población. Mientras que en los casos de Perú y Brasil el despliegue llegaría a 47% y 40% el próximo año.
En dicho estudio, CIU sugiere que, aunado a lo anterior, reestructurar los impuestos específicos del sector y las tasas regulatorias puede estimular la inversión en 5G, el crecimiento económico y el bienestar en general. Al reducir las cargas fiscales y regulatorias, los gobiernos pueden incentivar a las empresas a invertir en la infraestructura necesaria para el despliegue de 5G.
En conclusión, la relación positiva entre el nivel de adopción de la BAM y la cobertura de 5G en países de América Latina subraya la interdependencia de estas dos métricas que dimensionan el grado de avance de la conectividad móvil en la región.