El momento de España (que México ignora)

España tendrá la presidencia de la Unión Europea durante el segundo semestre de este año. Esto representa para el presidente Pedro Sánchez la oportunidad de poner, como centro de atención en la Europa de los 27, los temas prioritarios para su Gobierno, y claro, los que ordena la coyuntura, que seguramente dos de ellos continuarán siendo la guerra en Ucrania y el cambio climático.

Uno de los temas estratégicos que España podría colocar sobre la mesa, por el interés de su Gobierno y el de la Unión Europea, es la aprobación del Acuerdo Global que vincula a México con los 27 europeos, en tres grandes temas: comercio, inversiones y política.

Para mala fortuna de la sociedad mexicana, su gobierno, el del presidente López Obrador, la política exterior no es prioritaria.

Pese a que falta poco más de un año para que concluya el gobierno de AMLO, el epítome de su política exterior será: agresión. No existe parangón alguno desde la era post revolucionaria. 

El presidente López Obrador definió a la política exterior, al inicio de su sexenio, como “la mejor política interior”. No fue así. La política exterior ha sido usada para distraer a un segmento de la población, de por sí alejada del mundo y, sobre todo, para agredir a países aliados.

España, Estados Unidos, Panamá, Perú, Austria, Francia o China se han llevado algún rozón de parte de AMLO, o qué decir de instituciones, como el Parlamento Europeo.

Para México, España es la puerta natural de Europa. La presidencia europea representa una enorme oportunidad para México, pero AMLO ha llegado a socavar la relación de manera absurda: la define como: “pausa”.

El 28 de marzo en esta columna (En busca del mundo perdido: AMLO y Ebrard, sus autores) detallé el laberinto en el que se encuentra el Acuerdo Global. Bruselas lo dividió en tres bloques para que el correspondiente al comercio fuera aprobado por el Consejo de Europa y el Europarlamento sin necesidad de que lo hicieran los 27 congresos. México, por su parte, primero lo guardó en el cajón Marcelo Ebrard (quería la aprobación de manera simultánea de los tres bloques), pero ahora está en el cajón de Economía.

En España, Pedro Sánchez se encuentra escalando las encuestas, y Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular (PP) pierde altura.

Sánchez tiene que lidiar también con Unidas Podemos; el fracaso de la ley sólo sí es sí, con la que supuestamente se iba a endurecer las penas en contra de los agresores sexuales, tuvo que ser desmantelada por Sánchez con el apoyo del PP.

La presidencia europea va a catapultar a Pedro Sánchez en España y Europa, y no será nada fácil que el PP logre vencerlo en las generales.

México, por su parte, lo ignora. No aprovecha el momento de Pedro Sánchez.

Pobre de México.