El principio del final de Donald Trump

Su ingreso a la política lo hizo por la puerta de la mercadotecnia porque el espectáculo es la fábrica de las encuestas, y claro, para tratar de cubrir sus vacíos políticos.

No importa tu opinión, lo que importa son los indicadores de las encuestas. No importa que tu currículum político padezca de anemia, la mercadotecnia hace magia.

Ramonet se equivoca al decir que el poder económico ha subyugado a los poderes mediático y político. Hoy, el poder de un Tump o el de un youtuber, puede estigmatizar a los migrantes y facturar por propagar idioteces.

Donald Trump llegó a decir que la fortaleza de su popularidad le permitiría disparar a gente en la Quinta Avenida sin perder votos. Piensa como asesino; es la historia de un deicidio. Si Trump piensa en disparar rifles en la Quinta Avenida como un psycho, sus delitos son menores.

El problema de vivir en realidades paralelas son las decisiones de los jueces. Trump ha sido descalificado para participar en las elecciones primarias de Colorado.

La Corte del estado determinó que el entonces presidente de Estados Unidos fue copartícipe de la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Ese día las redes sociales dejaron de ser virtuales y se presentaron en el Congreso para impedir que el vicepresidente Mike Pence declarara ganador de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 a Joe Biden.

La Constitución de 1868 impide que los insurrectos se presenten a elecciones para participar en cargos públicos.

La decisión será apelada por el equipo jurídico de Trump ante la Corte Suprema y sus integrantes decidirán si la aceptan o no. Pero el agua sube de nivel, y ya está en el cuello de Trump.

En caso de que otros estados repliquen la decisión de Colorado, sería el principio del fin del episodio Trump.

Los padres fundadores de Estados Unidos no pensaron que un personaje fabricado desde Twitter podría convertirse en presidente. Tampoco pensaron en un psycho vanidoso de las encuestas con rifle en mano caminando por la Quinta Avenida.

Detrás del maquillaje del impostor se encuentra el vacío del hacedor de democracia.

La polarización tiene en el odio a su principal proveedor de emociones. Las encuestas enloquecen con las emociones. Dejaron su campo y ahora compiten con las redes sociales.

Dime el nombre de la encuesta y te digo el nombre del primer lugar.

Es posible que la candidatura de Trump quede sepultada, pero el trumpismo llegó para quedarse.

Trump es el original; Abbott, DeSantis o Nikki Haley son copias del trumpismo.

Los tres llegarán a los debates con alambre de púas en sus manos.

Un migrante sin papeles no podrá caminar sobre la Quinta Avenida. Decenas de rifles lo apuntarían.

@faustopretelin