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Estado de la educación 2022 OCDE
En días recientes, la OCDE publicó los resultados de su estudio Education at Glance 2022, en el cual muestra los resultados de distintos indicadores educativos o vinculados con la educación, en los países miembros de la organización y algunos otros participantes.
El estudio destaca en particular, que entre finales del 2021 y principios del 2022 la mayoría de los países de la organización llevaron a cabo evaluaciones estandarizadas para tratar de medir los impactos negativos que sufrió la educación en distintos niveles como resultado de la pandemia, así como que la mayoría de los países crearon mecanismos para establecer apoyos complementarios a los estudiantes orientados a atenuar los efectos negativos durante la pandemia a nivel de primaria y secundaria. Cerca de 80% de los países miembros de la organización analizados y con datos disponibles, crearon programas específicos de recuperación educativa.
Por lo que se refiere al acceso a la educación superior, se mantiene y recupera la tendencia de incremento. Considerando el indicador de porcentaje de personas entre 25 y 34 años que tienen educación superior, este porcentaje se ha incrementado desde 27% del 2000 a 48% en el 2021 en los países de la organización; sin embargo, estos porcentajes son diferenciados para nuestro país. México tiene una posición baja en este indicador pese a que ha venido creciendo sistemáticamente, pasando de 17.5% en el 2000 a 27.1% en el 2021. Hay que señalar que otros países que en el 2000 se encontraban en niveles similares a México han ampliado más su participación, alcanzando niveles superiores a 35 por ciento.
Una parte importante del crecimiento de este dato está relacionada con el incremento en la participación de mujeres en la educación superior. Los datos agregados de la organización muestran que, en los países analizados, la mayoría de las personas jóvenes con licenciatura maestría o doctorado ya son mujeres (57 por ciento). Ello, sin embargo, contrasta todavía con el acceso a oportunidades laborales, en donde claramente existen aún indicadores de rezago por género.
Otro motor de la mayor participación de la educación superior es el hecho de que las tasas de desempleo para la población con educación terciaria son menores que para aquellas personas que tienen educación preparatoria y sensiblemente mejores que para aquellos que únicamente tienen educación secundaria. Asimismo, los indicadores de la organización persistentemente muestran una diferencia salarial de más de 50% entre las personas que cuentan educación superior y aquellas que sólo alcanzan grado de preparatoria y, de cerca de 100% respecto de personas que solamente cuentan con la educación secundaria.
Cerca de 40% de los estudiantes que inician una carrera de universidad la terminan dentro del tiempo esperado, mientras que tres años después, este porcentaje se incrementa 68 por ciento. La tasa de deserción es mayor en el caso de los hombres, se estima que tienen un 11% menor tasa de conclusión que las mujeres, dato que es consistente con los que reporta en México la UNAM.
Finalmente, se destaca que México se encuentra entre los países con un rango medio bajo de participación de la educación privada en el total de estudiantes de educación superior, con 36%, prácticamente sin cambios en los últimos años. Ello resulta más relevante si consideramos que por las restricciones fiscales de los gobiernos federal y estatales, existe una severa limitación para ampliar la oferta educativa por parte de las instituciones públicas, lo que hace más urgente que nunca la participación del sector privado con una oferta educativa pertinente y relacionada con el mercado laboral.