Lectura 4:00 min
F1: el costo de una alcantarilla
Finalmente concluyó la temporada 2023 de la Fórmula 1. La empresa, que desde 2016 pertenece a Liberty Media, sigue una estrategia de expansión mundial, que incluye una serie televisiva, de la mano de Netflix, que ofrece una faceta humana y dramática del deporte, con el objetivo de capturar una audiencia representada principalmente por el público joven.
Este año una de las novedades fue la introducción de una carrera en Las Vegas. El evento se anunció y promocionó desde 2022. Se generaron las más altas expectativas de éxito, pues representaba una combinación única, entre uno de los espectáculos deportivos más vistosos con la vida de diversión que representa la desértica ciudad. Sin embargo, la experiencia podría culminar en un fracaso económico y reputacional.
Los días previos a la carrera empezó a haber un descenso en el interés (¿a quién le agrada ver ganar siempre al mismo corredor, con excepción de los holandeses?). Después, a unos minutos de iniciada la primera práctica, uno de los vehículos de Ferrari golpeó su piso con un objeto, el piloto perdió el control y destrozó el vehículo. El desaguisado fue ocasionado por la tapa de una coladera, que se desprendió. Los organizadores no consideraron, o no prestaron suficiente atención, a los problemas que pueden surgir en un circuito urbano. La práctica 1 se suspendió y el evento se retrasó.
Como resultado, la práctica 2 concluyó bastante avanzada la madrugada. El personal de apoyo y vigilancia del evento hubo de retirarse por lo que se optó por desalojar al público, que no pudo presenciar la práctica. De manera casi inmediata, una firma legal anunció la presentación de una acción colectiva, por la afectación de 35,000 espectadores, que solo pudieron presenciar 9 minutos de carrera. Se ha señalado que la compensación solicitada podría ser de alrededor de 30 mil dólares por persona, es decir, más de mil millones de dólares.
La F1 es la encargada de gestionar y operar el campeonato. Cuenta con 10 equipos que compiten y que perciben un ingreso de la F1. A su vez, la F1 obtiene ingresos de los promotores, que son quienes organizan cada una de las carreras. En el esquema de negocio, la F1 obtiene un pago de derechos del promotor, los derechos de transmisión, los ingresos de publicidad y los ingresos de comercialización del paddock. El promotor obtiene los ingresos de taquilla y la venta de alimentos y bebidas.
La F1 decidió incursionar como promotor de la carrera de Las Vegas. Esta decisión modificó el modelo tradicional de negocio. Al desempeñar una función distinta, la F1 no estuvo preparada para atender contingencias operativas. Para mala fortuna, el accidente ocurrió en territorio de los EUA, país en el que se tramita la mayor cantidad de procedimientos de reclamación de daño por la vía civil.
En lo deportivo, la carrera concluyó de manera memorable, con uno de los finales más espectaculares de la última década, lo que permitió salvar la cara. Sin embargo, queda pendiente conocer el desenlace de la demanda, que podría generar repercusiones económicas significativas.
Michael Porter, el maestro de la estrategia empresarial, señala que, para construir un modelo de negocio único, la organización debe renunciar a hacer cosas. Existen múltiples ejemplos de empresas que han incursionado en actividades alternativas y han fracasado, por afectar su equilibrio operativo, confundir al consumidor o adoptar riesgos excesivos. Por ejemplo, hay empresas de microcomponentes que claramente tienen un compromiso de no competir en ciertas actividades con sus clientes, para no afectar la confianza, rentabilidad y expansión de su negocio.
La F1 decidió competir con sus promotores y hacer propios riesgos distintos a los de su modelo tradicional. El tiempo, y los tribunales, dirán si su decisión fue correcta.
*Especialista en competencia económica y regulación. Socio Director de Ockham Economic Consulting.
@javiernunezmel