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Opinión

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Los problemas de la Obamanía

Timothy Geithner está reconociendo que se requiere una modalidad de confianza, aquella que genera la certidumbre sobre las inversiones hacia el futuro.

El principal obstáculo que impide el retorno a una cultura de crecimiento en la economía de EU es la ausencia de confianza, particularmente la incertidumbre sobre el futuro nivel de los impuestos y del ambiento regulatorio.

Estas dos preocupaciones se encuentran ligadas a dos pilares de la Obamanía. Por un lado, la reforma al sistema de salud implica costos enormes hacia el futuro, que habrá que financiar con una nueva ronda de impuestos. Por otro, tanto en el sector salud como en el financiero, las propuestas para regular la actividad económica en esas áreas también generan incertidumbre sobre el posible impacto de nuevos costos de transacción.

Además, a dos años del colapso financiero y la caída de Lehman Brothers, las iniciativas de masivo estímulo económico no han rendido el fruto deseado. Persiste un fuerte grado de nerviosismo en los mercados financieros globales, a la vez que la calidad de la recuperación (en las palabras de Timothy Geithner) sigue arrojando grandes dudas. El crecimiento parecería ser lento en relación con la masiva dosis de estímulos monetario y fiscal.

La solución a este impasse es una nueva ronda de estímulos económicos.

Empero, ha surgido una preocupación real sobre los costos y las consecuencias de estas medidas. Ello es parte de la falta de confianza que tanto está dañando al resurgimiento de inversión productiva. Las proyecciones fiscales implican tasas de interés más altas en el futuro, mientras que los estímulos monetarios tenderán a traducirse en presiones inflacionarias.

Una posible salida de este dilema es el enfoque sobre las exportaciones. El crecimiento de las ventas al exterior requieren lo mismo que las ventas al interior (confianza, inversión, productividad), y un poco más: trabajar sobre facilitar el acceso a mercados internacionales. Pero la tendencia comercial parecerá favorecer el proteccionismo, no el acceso a nuevos mercados, aun cuando las ganancias de las exportaciones serían clave para hacer frente al monto de obligaciones adquiridas.

En las palabras de la editorialista Amity Shlaes, Geithner está reconociendo que los mercados requieren de una modalidad especifica de confianza . Es la confianza que requiere el ahorrador y el inversionista, la confianza que da la certidumbre sobre el valor de su patrimonio hacia el futuro. Y ello se gana con acciones, no con palabras ni menos con medidas artificiales de estímulo dirigido.

rsalinas@eleconomista.com.mx

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