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Opinión

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Macros en movimiento, estampida en materias primas agrícolas

El campo tiene muy poca maniobra, los precios actuales no dejan espacio de error y sembrar sin el aval del clima representa un riesgo grande. Los productores sudamericanos tendrán que escoger su veneno

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Digamos que finalmente el famoso pivote se dio, y la conducción económica desde la Reserva Federal de Estados Unidos hace un cambio de timón, la charla no es nueva, la acción no es extraña, y si bien el movimiento bajista en tasas era una realidad, el cuánto y el cuándo nos tenían en ascuas.

El impacto de bajar (50 puntos básicos) deja a muchos operadores un tanto confundidos.

El banco central de Estados Unidos considera que la inflación está en orden, y considera que el termómetro de empleo y actividad económica también. ¿Por qué bajar entonces a esa proporción en el primer movimiento de ajuste? Lo sabremos más adelante, el avión sigue en el aire y se busca que cuando toque tierra no saque chispas.

La acción de la Reserva Federal desprende reacciones varias, y como sabes en esto de los mercados hay muchas cosas que están mancomunadas. Aunque lo nieguen, los especuladores del “Managed Money” en el espacio agrícola están mayormente vendidos en todo menos harina de soya, y esa es en sí una posición de riesgo que va de la mano de fundamentales propios de dichos mercados.

Sin embargo, el pivote de la Fed hace que en lo macro se anticipe una inercia distinta. Si la economía se siente menos amarrada y empieza a tirar más de la demanda, el escenario de materias primas bajando es remoto en la medición de lo económico.

En teoría todo bien, y ante el no saber a ciencia cierta, los manejadores de carteras están adelgazando su exposición a materias primas comprando lo previamente vendido, no porque sean alcistas, sí porque es una apuesta contraria al pivote que presentó la autoridad cambiando el orden de las tasas de interés.

A rio revuelto ganancia de operadores dicen por ahí, y como en esto es más fácil pegar y luego preguntar, el dinero golondrino cambia de nido y se acomoda en activos que restan peligrosidad según la óptica de cada uno de los diferentes operadores y aquí es donde estamos y habitamos.

En el vació de dirección y el tornado de volatilidad de corto plazo que nos deja confundidos cuando tratamos de juntar todos los capítulos de la serie.

Según entendemos la demanda sigue lastimada, los compradores están reacios a comprar ante la clara idea de que una producción masiva se está confirmando poco a poco en Estados Unidos. Según vemos, los silos se desbordarán de maíz y soya y eso lógicamente no es nada alcista; sin embargo, como el precio es relativamente bajo, el productor se pone rebelde y no vende. Quiere ver un horizonte de precios más amable con la realidad que necesita.

El abasto existe, pero no se pone en disponible y ese amague hace que todo se complique.

Diremos, para finalizar, que los estadounidenses han tenido éxito con sus cultivos veraniegos, dejan una sensación de plenitud, pero no totalidad, queda ver que el numero sea cerrado por Sudamérica y ahí es donde el cambio de estafeta no se está haciendo limpiamente.

Brasil está seco, muy seco diríamos y las lluvias que deberían arrancar a mitad el mes entrante no se ven claras en ninguna resolución climática, el atraso en la siembra es peligroso para los cultivos tardíos, no es tiempo aun de entrar en pánico, pero es más fácil pegar primero y preguntar después.

No hay duda de que todos los años se hace lo mismo, y este no será excepción, especialmente después de haber visto los precios caer tanto. El campo tiene muy poca maniobra, los precios actuales no dejan espacio de error y sembrar sin el aval del clima representa un riesgo grande. Los productores sudamericanos tendrán que escoger su veneno.

Precio o kilos, y la combinación no está divertida pues si hacen muchos kilos, el precio se les diluirá, y si hacen pocos kilos, el precio levantará, pero tendrán poco que vender.

Todo está en el clima, y no solo el de la madre naturaleza, también el clima de negocios que, si miras al mundo un poco, en lo geopolítico el horno no está para bollos.

Bienvenida de nuevo la volatilidad... ¿estás en buenas manos?

aochoa@rjobrien.com

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