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Modelo económico, sin captura: RRO
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, describió ayer el marco conceptual de la política económica del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde su perspectiva, el gobierno lopezobradorista está marcando una diferencia respecto del modelo económico de los gobiernos anteriores, en los que prevaleció el interés privado, el modelo exportador y la falta de compromiso con la población más pobre del país.
El funcionario aseguró que el modelo económico lopezobradorista está marcando una clara distancia entre el gobierno y los intereses privados que mantuvieron “capturado”, por muchos años, el presupuesto gubernamental.
Dejó claro que con los (inversionistas) privados “nadie tiene ninguna riña”. De hecho, advirtió, ”vemos bien –sin valor de juicio de por medio–, si son exitosos promoviendo sus intereses y proyectos”.
Incluso mencionó que en las obras públicas hay empresas privadas que están participando, pero solo en calidad de ejecutantes y no como origen de los proyectos.
Aseveró que la captura del presupuesto gubernamental por los intereses privados le quitaron flexibilidad al gobierno para hacer sus estrategias, porque se tenían que honrar las obligaciones contraídas.
El responsable de las finanzas públicas destacó que en la actual administración el apalancamiento del Estado (la capacidad de deuda que tiene el Estado), ya no se usa para beneficio de los intereses privados; hoy se utiliza para el interés general.
Refirió que en los últimos 20 años o más, se observaron proyectos que nacieron en la esfera privada para después socializarse como proyectos públicos.
El último de ellos –subrayó– fue el (cancelado) Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM).Por cierto, anunció que en Hacienda se elabora un libro blanco que se hará público antes de que termine el sexenio.
Explicó que la captura del presupuesto por parte de los intereses privados se vio reflejada en las Asociaciones Público Privadas y en los Pidiregas que se utilizaron en el sector energético.
Tales proyectos tuvieron un alto costo que a la larga recayó en el presupuesto público y le quitó flexibilidad al gobierno para hacer sus propias estrategias.
Fue tal vez el rubro al que le dedicó mayor tiempo en su exposición. Dijo que el Estado mexicano por mucho tiempo cedió los proyectos al sector privado a través de las APPs y ésta en su mayoría terminaron financiándose con la banca de desarrollo mexicana.
Criticó que con ese modelo se encarece la obra pública y se comprometen concesiones por muchos años.
El funcionario ofreció en la UNAM, una conferencia intitulada “Logros, Retos y Perspectivas para la Economía Mexicana”.
Ahí afirmó que el gobierno mexicano avanza en la orientación de la asignación y reasignación de los recursos escasos, en beneficio de la mayoría de la población mexicana que recibe muy bajos ingresos.
El actual gobierno, al mismo tiempo, está logrando que la demanda interna sea el principal motor del crecimiento económico y busca diferenciarse del modelo exportador que por muchos años ha imperado en México.
Aunque al mismo tiempo, está enfocado en aprovechar la relocalización de empresas para lograr el crecimiento económico con desarrollo regional.
La inversión pública –en las obras sexenales– busca impulsar la inversión privada y el consumo.
Ramírez de la O destacó y enalteció los resultados de este gobierno en materia de crecimiento económico, generación de empleo, reformas laborales, reducción de la pobreza en virtud de la política social y el apoyo fiscal para abatir el precio de la gasolina con los estímulos a las gasolinas y el diesel.
Subrayó la gran oportunidad que tiene México para aprovechar el nearshoring en virtud de los acuerdos comerciales que tiene México y la infraestructura construida en el sexenio.
Ramírez de la O incluso presumió que la deuda pública, con un rango inferior al 50% como proporción del Producto Interno Bruto, se compara favorablemente con la de países desarrollados como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Básicamente ese es el marco conceptual con el que refirió el modelo económico lopezobradorista.
Por supuesto no hubo lugar para la autocrítica. Ni espacio para la reflexión sobre las preocupaciones de los analistas privados por la pérdida de la prudencia fiscal en el último año de gobierno y los enormes sacrificios sociales que se han registrado para reorientar el gasto hacia las obras icónicas. Al tiempo.
