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Riesgo residual de ?la política monetaria
Los mercados no entendieron bien el mensaje de la Reserva Federal; no lograron contener la incertidumbre y el exceso de volatilidad que reina en ellos.
La semana pasada, la estrategia de comunicación de la Reserva Federal (Fed) y del gobernador Ben Bernanke no lograron contener la incertidumbre y el exceso de volatilidad que reina en los mercados financieros; fallaron en el intento de acotar el riesgo residual de la nueva estrategia de política monetaria sobre la trayectoria de las tasas de interés. Los mercados no entendieron bien el mensaje de la Fed.
James Bullard, presidente del banco de la Fed en San Luis, votó en contra del anuncio de política. Le parece que el comité de mercados no da la importancia debida al hecho de que la tasa de inflación es demasiado baja (0.7%), considera que la política monetaria debe actuar con igual fuerza ante las desviaciones de la inflación por arriba o debajo de la meta de 2 por ciento. Estima inoportuno anunciar un plan detallado en el tiempo de reducciones de las compras de bonos cuando se preven revisiones a la baja en las tasas de crecimiento e inflación para el 2013. Piensa que lo prudente era esperar a que se acumulara más información para ver si la economía continúa fortaleciéndose y la inflación repunta. Según él, Bernanke dio un paso atrás en la nueva política monetaria contingente al estado de la economía; las acciones de política se toman para cumplir objetivos, no fechas del calendario.
Quizás la mayoría del comité desechó las observaciones de Bullard porque tiene mucha confianza de que como apuntan varios indicadores oportunos, la economía repuntará con fuerza a finales de año y la expectativa de inflación de mediano plazo permanece estable arriba de la meta, a pesar de la reducción reciente de la inflación. También porque quisiera corregir burbujas en algunos precios de activos financieros, especialmente en los mercados de bonos.
Narayana Kocherlakota, presidente de la Fed en Minneapolis, consideró que el comunicado de ésta no aportó suficientes elementos de cómo será la estrategia una vez que la recuperación esté más avanzada. Considera que el comité debe reducir el riesgo residual aportando mayor claridad en los comunicados de política que siguen. Quiere que el programa de compra de bonos (QE) continúe indefinidamente por lo menos hasta que la tasa de desempleo sea mayor a 7%, la inflación proyectada menor a 2.5% y las expectativas de inflación de mediano plazo permanezcan ancladas cerca de la meta. La tasa de interés de fondos federales debe mantenerse en su nivel actual, 0-0.25%, hasta que la tasa de desempleo se esté debajo de 5.5%, la inflación proyectada sea menor a 2.5% y la expectativa de inflación esté anclada.
La propuesta de Kocherlakota se aparta del comunicado de la Fed en dos aspectos importantes: establece una meta cuantitativa de 7% para la tasa de desempleo como condición necesaria para suspender o reducir el programa de expansión cuantitativa; el otro elemento es más importante, reduce a 5.5 de 6.5% el nivel de la tasa de desempleo a partir del cual la Fed comenzaría a elevar la tasa de interés de fondos federales. En ambos casos, los límites a la tasa de desempleo no deben entenderse como disparadores automáticos de la suspensión del programa de expansión cuantitativa, o de incremento de la tasa de interés. El objetivo de estos anuncios es transmitir a los mercados el mensaje de que todavía habrán condiciones monetarias acomodaticias durante un prolongado periodo.
rfeliz@eleconomista.com.mx