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Opinión

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La otra guerra

En Estados Unidos, el anuncio de los aranceles a la Industria automotriz tampoco pasó desapercibido para los mercados accionarios, ya que de ir positivos a lo largo de la semana, tras el anuncio cayeron de manera importante lideradas por las acciones de las principales armadoras.

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El sector automotriz representa el 5% del PIB y alrededor del 32% de las exportaciones mexicanas. Foto EE: ArchivoCreditos automáticos

Estamos terminando el primer trimestre del 2025, y es poco decir que la volatilidad e incertidumbre han estado al tope en los mercados de deuda, accionarios, de divisas e inclusive los de commodities, ocasionadas, no por la guerra entre Rusia y Ucrania, o la existente entre Israel y Hezbolá, sino la guerra comercial que ha provocado Trump en contra de todos los bloques económicos, incluido en el que se encuentran sus principales socios comerciales (Canadá y México), el de América del Norte.

Y es que la prórroga de un mes que nos diera para resolver el problema de la migración ilegal y el envío de fentanilo a su país para evitar la aplicación de aranceles a los productos canadienses y mexicanos vence esta semana, y donde a pesar que se ha hecho un reconocimiento a los esfuerzos del gobierno mexicano, todo parece indicar que éstos entraran en vigor a partir del 2 de abril.

Prueba de lo anterior es el arancel del 25% que anunció Trump la semana pasada a los autos y autopartes que no sean producidos en Estados Unidos a partir del próximo 3 de abril, lo cual tiene un impacto negativo en la importante industria automotriz de nuestro país que al cierre de 2024 representaba entre 4.6 y 5.0% del PIB de México y un 32% de las exportaciones totales siendo la principal generadora de divisas por encima de las remesas y el turismo, máxime cuando el principal mercado de nuestro país para el sector, es precisamente el de Estados Unidos.

Todas estas amenazas y anuncios ya han venido a impactar negativamente a México donde algunas calificadoras han puesto en perspectiva negativa nuestra calificación, varias inversiones, precisamente en la industria automotriz, se han puesto en pausa e incluso diversos analistas estiman que de aplicarse el próximo 2 de abril aranceles del 25% a los productos mexicanos, nuestra economía podría caer en una recesión, lo cual sería el tiro de gracia a nuestra ya alicaída economía.

De hecho, Banco de México decidió de manera unánime reducir su tasa de referencia en 50 puntos base, para ubicarla en niveles de 9.0%, dejando en claro en su comunicado que en sus próximas reuniones mantendría su política de relajación de tasas.

Ello hace pensar al mercado que la tasa de referencia del banco central podría ubicarse por debajo de niveles del 8.0% a finales de este año, dados los buenos niveles que se han logrado en este indicador al ubicarse al cierre de la primera quincena de marzo en niveles anuales de 3.67% versus el 3.81% de la lectura anterior.

No obstante, habría que preguntarse qué tanto ha bajado la inflación por la política monetaria y qué tanto por la fuerte desaceleración que está teniendo nuestra economía.

Hasta el momento, el gobierno de México ha mantenido una actitud prudente frente a las amenazas de Trump; sin embargo, de llegar a aplicarse los aranceles del 25% a los productos mexicanos, habría que ver cómo reacciona y qué medidas tomaría, ya que de aplicar aranceles recíprocos esto podría generar de nueva cuenta, presiones inflacionarias en nuestro país, pudiendo llegar a darse el grave efecto de tener estanflación, es decir, inflación sin crecimiento económico.

Por lo pronto, nuestro tipo de cambio se vio envuelto en fuerte movimientos la semana pasada al tocar niveles mínimos de 19.96 pesos/dólar para alcanzar máximos de 20.44 para finalmente cerrar la semana en niveles cercanos al 20.34.

En Estados Unidos, el anuncio de los aranceles a la industria automotriz tampoco pasó desapercibido para los mercados accionarios, ya que de ir positivos a lo largo de la semana, tras el anuncio cayeron de manera importante lideradas por las acciones de las principales armadoras.

Ello, porque diversos analistas estimaron que estas medidas podrían reducir en 30% la producción de autos en la región elevando los precios de los automóviles de manera considerable y generando pérdidas de empleo, mientras que por el lado de la inflación ya se han empezado a ver algunos incrementos como fue el dato de la subyacente a febrero quedando en 2.8% anual. Con esto queda claro, que en esta guerra como en cualquiera, no habrá ganadores

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