Paquete, ajuste, Pemex y Deer Park

El próximo 15 de noviembre, es una fecha clave para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Es la fecha límite para la presentación del paquete económico 2025. 

Con este conjunto de documentos, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, definirá la ruta que seguirá para reducir el déficit fiscal de casi 6%, a 3.0 ó 3.5%. Las agencias calificadoras, Moody´s, Standard and Poors y Fitch, entre las más importantes, analizarán la propuesta gubernamental y tomarán sus respectivas decisiones. Es decir, considerarán si es creíble o no la ruta gubernamental y mantendrán o rebajarán las calificaciones y/o sus perspectivas sobre México.

Hasta ahora, se mantienen en estricta confidencialidad los detalles de la estrategia que planteará el nuevo gobierno, en el paquete económico. Sólo se conoce lo que públicamente han dicho tanto la Jefa del Ejecutivo como el responsable de las finanzas públicas: que se va a reducir el déficit fiscal, sin una reforma fiscal de por medio.

Como se ha dicho oficialmente, no hay cambio en el objetivo. El gobierno mexicano realizará el ajuste fiscal, sin aumentar impuestos a los contribuyentes. Tampoco habrá un recorte presupuestal, general.

Y ¿entonces?. ¿Cómo lo van a hacer? Lo que harán, es exactamente lo que han hecho público. Se reducirá drásticamente el gasto. Simplemente, porque ya no seguirán realizándose las cuantiosas erogaciones que se hicieron para concluir las obras icónicas del sexenio anterior.

Tan sólo para el Tren Maya, el gasto para este año 2024 fue de 134 mil millones de pesos y para el 2025 será de 36 mil millones de pesos. Es un ejemplo. Por otra parte, se dejarán de hacer otros gastos. Otro ejemplo. En este año, aumentó considerablemente el gasto por los rescates de Asociaciones Público Privadas, con las que se concedieron contratos y concesiones, a hospitales privados y cárceles.

En este concepto se aplicaron cerca de 100 mil millones de pesos. Para el próximo año, no se prevé algo similar. El gasto no aumentará, ni por obras sexenales ni por rescate de concesiones.

A pesar de que desde el nuevo gobierno se han anunciado proyectos de infraestructura, éstos son de largo plazo. A la fecha, la mayoría todavía no tienen ni siquiera proyectos ejecutivos.

En cuanto a los ingresos, se mantendrá la campaña de fiscalización a grandes contribuyentes, que ha generado ingresos importantes para las arcas públicas. Además de una mayor eficiencia recaudatoria. Se está considerando mayor recaudación por varias vías: por las aduanas, el acotamiento en el abuso a la figura del esquema de los minimis que se viene observando (por parte del comercio electrónico); maquila y plataformas electrónicas. Todo esto viene incluído en la miscelánea fiscal.

El gobierno de Claudia Sheinbaum confía en que las agencias calificadoras y los mercados verán con “buenos ojos” el paquete económico y la ruta hacia el ajuste fiscal. En la SHCP están seguros de que la estrategia que seguirán es correcta y será bien recibida por las agencias calificadoras. Esperemos que así sea. Al tiempo

Pemex, atenderán sangría

Respecto al “riesgo Pemex”, considerando a Pemex como el “paciente delicado”, se atenderá su enfermedad por donde sangra: la refinación, que es la que mayores pérdidas le provoca. Se le dará “una nueva licencia de vida”. Como entidad pública y su reconstitución, sin la división por subsidiarias, preexistente, la dotará de mayor márgen de operación y ejecución. Por cuanto a su elevado nivel de deuda. Hay que recordar que su deuda asciende a más de 100 mil millones de dólares, más la deuda local y a proveedores. El gobierno seguirá apoyando a la petrolera en sus compromisos de liquidez, pero sin cargas innecesarias de contingencias de pasivos.

Deer Park, ¿sueño o pesadilla?

La compra de la totalidad de las acciones de la refinería Deer Park por parte de Pemex, se contó, desde la narrativa oficial, casi como un sueño.

Se habría adquirido a un costo de 1,200 millones de dólares en el año 2021 con una capacidad de refinanciación de 320 mil barriles diarios. Frente al costo de la refinería de Dos Bocas por más de 18 mil millones de dólares, fue una ganga.

La ventaja se acrecienta si se considera que la refinería Dos Bocas, a pesar de haber sido inaugurad a por lo menos dos veces, todavía no refina nada.

Peeero, el reciente accidente (registrado el pasado 10 de octubre) provocado por una fuga de 19 mil kilos de gas, que duró ocho horas, podría convertir al sueño, en una pesadilla. Las dudas son muchas. ¿La administración de Pemex, encabezada por Octavio Romero Oropeza, habrá tenido el cuidado necesario para incluir en los contratos cláusulas de contingencias ambientales?

De acuerdo con los propios reportes de la empresa petrolera mexicana, han aumentado en más de 400% los accidentes en la refinería de Deer Park desde que Pemex la compró.

¿Será la falta de pericia en la operación? O ¿serán los 132 años de existencia de la refinería?, lo que está provocando el aumento de la siniestralidad. De lo que no hay duda es que Deer Park podría convertirse en una pesadilla para el gobierno mexicano. Al tiempo.