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El proteccionismo comercial y los riesgos económicos para México

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OpiniónEl Economista

Es un hecho indiscutible que México tiene fuertes lazos financieros y comerciales con Estados Unidos. Los mercados financieros se han internacionalizado cada vez más con el paso del tiempo y la producción manufacturera de México se encuentra verticalmente integrada en Cadenas Globales de Valor (CGV). Debido al comercio internacional de bienes intermedios que estas cadenas promueven, existe no solamente una mayor sincronización de la actividad económica entre México y el vecino país del norte sino también una mayor correlación entre las inflaciones de ambas naciones. En el documento del Banco Mundial titulado “Comercio para el desarrollo en la era de las cadenas de valor mundiales” se señala que el incremento en la cantidad de insumos importados para la producción es el factor que está detrás de la mayor correlación entre la inflación de los países y la inflación global.

Ante la mayor sincronización del crecimiento económico y de la inflación entre México y EE.UU. por la presencia de las CGV, los costos de medidas proteccionistas en ese país (como la imposición de un arancel universal de 10% a todos sus productos importados) sobre la actividad económica, la inflación y el bienestar en México se verían amplificados. Aunque no está del todo claro que este arancel podría aplicar a México por formar parte del T-MEC, México estaría en una situación aún más vulnerable que otras economías emergentes ya que su valor agregado en la demanda de bienes finales de su principal socio comercial es alrededor de 15% del PIB, mientras que el segundo puesto lo ocupa Vietnam, con aproximadamente 8% del PIB. De acuerdo con pronósticos de Capital Economics, un arancel universal de 10% reduciría las importaciones de EE.UU. en 5% y tendría un impacto adverso de 1.5% sobre el PIB de México o inclusive mayor, por efectos de las CGV.

Si bien México podría librar el arancel universal de 10% con Donald Trump de regreso a la presidencia de EE.UU., no hay certeza total de que se salve de aranceles a vehículos automotrices. Como el caso de aranceles a las autopartes sería más disruptivo sobre las CGV, no parece probable que esto vaya a ocurrir. Si Estados Unidos impusiera un arancel a los vehículos automotrices procedentes de México, el peso mexicano se debilitaría, pero esto no necesariamente le daría un impulso significativo a las exportaciones manufactureras debido a que su efecto estaría amortiguado por el considerable valor añadido de los insumos importados en la producción manufacturera del país. Por otra parte, la depreciación del peso podría hacer más gradual el ciclo de reducción de tasas del Banco de México de lo que actualmente se está anticipando.

Dado que un arancel universal de 10% implicaría un aumento en el nivel de precios que se reflejaría en un incremento temporal de la inflación en EE.UU. durante un año, el ciclo de reducción de tasas de la Reserva Federal también podría ser más gradual e inclusive terminar en un nivel de 3.75%-3.50% para el rango objetivo de la tasa de fondos federales. La mayor correlación entre las inflaciones de México y EE.UU., así como el mayor gradualismo del banco central estadounidense, serían otros factores que harían más lenta la disminución de la postura monetaria restrictiva en México. Tomando en cuenta los riesgos para el crecimiento económico de la consolidación fiscal anunciada por el nuevo gobierno federal para el próximo año, por las razones esgrimidas y los rezagos en la transmisión de la política monetaria, sería menos posible que Banxico pudiera amortiguar de manera efectiva el impacto de dicha consolidación sobre la economía mexicana.

*El autor es economista principal de BBVA México.

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