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Opinión

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Sener apuesta a crecimiento ‘bajo’ de demanda eléctrica

Ahora que está tan de moda la planeación energética, vale la pena empezar con algunos datos oficiales –por rebuscados que suenen de arranque. De acuerdo con el ‘escenario de planeación’ más reciente del Cenace, la demanda integrada máxima del sistema eléctrico nacional para 2030 va a ser de 66,221 megawatts-hora sobre hora (MWh/h). Su escenario alto es prácticamente 69,000. Su escenario bajo es el único que se mantiene por debajo de 65,000.  

Como los apagones de principios de verano de este año mostraron, este es un indicador particularmente crítico para la planeación energética. Si en algún momento específico hay más demanda eléctrica que capacidad disponible para atenderla, la red eléctrica colapsaría. Justo por eso el Cenace está obligado a entrar en alerta desde que el margen de reserva operativo, que mide la diferencia entre capacidad disponible y demanda instantánea, es menor a 6 por ciento. Bajo este estado, el operador del sistema empieza a considerar tirar cargas –es decir, desenchufar a los consumidores. Eso es lo que pasó este año en México, varias veces. 

De regreso a la planeación, la Estrategia Nacional del Sector Eléctrico (ENSE) que presentó la Secretaría de Energía (Sener) esta semana dice que “para el 2030 se estima una demanda de 64,979 MW”. Aunque ahí mismo no se aclara que sea demanda máxima, el contexto y las cifras adyacentes permiten descartar con cierta confianza que sea demanda media o mínima. 

La demanda máxima de la ENSE, entonces, sólo coincide con la del Cenace en su escenario bajo. Bajo el escenario de planeación del Cenace, la cifra fundamental de Sener es menor por 1,242 MWh/h, o 1.9 por ciento. Respecto del escenario alto del Cenace, la diferencia sería de 6.1 por ciento. 

Pero esa ni siquiera es la base porcentual más relevante. La porción del “plan por confiabilidad” de la ENSE considera que México requiere 9,540 MW de capacidad instalada adicional de aquí a 2030. Esto implicaría salir tablas respecto a un crecimiento de la demanda (de nuevo, asumiendo que sea máxima) que la propia secretaria Luz Elena González estimó en entrevistas como de prácticamente 10,000 MW. Si el escenario de planeación (o el alto) del Cenace termina siendo el bueno, la nueva capacidad habría sido insuficiente en casi 10% (o más de 30%, respectivamente) para siquiera preservar la confiabilidad actual. Y eso que hasta aquí seguimos con la lógica de apenas no empeorar –por cada MWh/h de demanda máxima adicional, 1 MW de capacidad incremental. 

Desafortunadamente, el foco en salir tablas parece estar animando toda la ENSE, a pesar del discurso de mejora del sector eléctrico. Su “escenario 1B con cogeneración”, que contempla un mayor alineamiento con las metas de sustentabilidad, implica una capacidad adicional de 21,846 MW de aquí a 2030. En contraste, el “Programa Indicativo para la Instalación y Retiro de Centrales Eléctricas” (PÏIRCE), elaborado por la Sener apenas este año, esperaba superar esa cifra en tan sólo cuatro años. Para el cierre de 2028, ya contemplaba 24,979 MW adicionales. 

Para 2030, el mismo PIIRCE esperaba 31,150 MW adicionales. Pero el escenario más alto de la ENSE de la nueva Administración, que en principio ya considera el pleno cumplimiento de la meta del 45% de generación limpia para el 2030, sólo contempla 28,947 MW nuevos. 

Todo esto viene articulado en una sección que precede a la descripción de las reglas claras para los privados, que abundan en las implicaciones de los mecanismos de cumplimiento de la restricción política del 54-46 entre inversión pública y privada en generación eléctrica. También precede a la revelación de que la CFE le tira a desarrollar 13,000 MW adicionales. Si esto es el 54, el 100 sería de apenas 24,074 MW.

@pzarater

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