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Sheinbaum: ¿Cambios de fondo o de forma?
¿Ha comenzado un diálogo entre la Corte y el Senado que permita vislumbrar un acuerdo para que las leyes secundarias de la Reforma Judicial sean menos graves? ¿Hay un cambio en la estrategia de seguridad del actual sexenio con respecto al anterior? ¿Hay la idea de modificar de fondo el camino seguido por AMLO en cuanto a PEMEX y CFE?
Reforma Judicial, seguridad y energéticos son tres temas que se abordaron esta semana en las mañaneras de Claudia y que pueden ayudar a contestar si con esta nueva administración estamos ante un cambio de estilo o un cambio de fondo. Este sexenio es diferente a los otros. Los presidentes recién llegados comenzaban por perfilar sus metas, estrategias e instrumentos, incluso Echeverría y Salinas, con todo su activismo, lo hicieron así. Eran un punto y aparte con relación a sus predecesores.
La presidenta Sheinbaum no. El expresidente le dejó el horno prendido con varios pendientes y eso dio la imagen de una continuidad de fondo, pero ¿es así? Hasta ahora, así parece. Es cierto que sus mañaneras son menos rijosas, pero sigue mencionando a Calderón, al PRIAN y al periodo neoliberal como elementos indeseables con los que hay que romper. Sigo pensando que a medida que se tropiece, algo inevitable, regresará al viejo lenguaje beligerante.
Respecto a los puntos que mencioné al principio, veamos qué elementos tenemos:
1.- ¿Hay un diálogo con la Corte? Esta idea se basa en el saludo que le dio Claudia Sheinbaum a la presidenta Norma Piña en su toma de juramento en el Congreso y en la invitación de los 200 años del Senado en donde la ministra conversó con el presidente de la Cámara Alta, Fernández Noroña, y el coordinador López Hernández. Más allá del regreso de la cortesía política, ausente en el sexenio de López Obrador, no parece haber más datos a favor.
Cuando se le señaló a la presidenta que la Reforma Jurídica tenía errores y contradicciones, las minimizó y afirmó que esta va porque va. Restó importancia a la visita de Norma Piña al Senado e incluso dijo no saber de qué había hablado con Noroña y López Hernández. Cuando se le habló del veto a candidatos que le habían anexado en el Congreso a las leyes secundarias, contestó que no estaba de acuerdo y que ya había dado instrucciones de que lo quitaran (no mover ni una coma). Lo anterior hace sospechar que el menos hay una diferencia de criterios entre la presidenta y algunos legisladores de su corriente.
Otro dato que contraviene la idea de que hay un diálogo discreto entre la Corte y el gobierno es la votación del órgano directivo del Consejo de la Judicatura Federal (CJF). La mayoría (4) votó a favor de cooperar con la 4T en cuanto a la Reforma Judicial. Norma Piña, la presidenta de ese organismo, fue derrotada lo que revela, además, su pérdida de influencia.
2.- Con relación al tema de seguridad, la novedad, por llamarla de alguna manera, es el hincapié que se le dio a la investigación y la inteligencia, el resto de los cuatro ejes no tiene nada de novedoso. Por cierto, curiosamente, el exjefe de García Harfuch, Genaro García Luna, presumía de avances tecnológicos e inteligencia. Hay otra cosa en común, los dos García han sido señalados por Anabel Hernández de tener relaciones con el crimen organizado.
Un plan de seguridad cojo, que no menciona la necesidad de fortalecer las policías estatales y municipales, que no habla de restablecer vínculos de cooperación con Estados Unidos y otros países, que puso poco énfasis en los derechos humanos, que no toma en cuenta claramente a las organizaciones sociales, que ni siquiera ha mencionado a las madres buscadoras o a las víctimas. Lo peor: que no tiene una metodología para acabar con la impunidad.
3.- En el caso de CFE y PEMEX los cambios constitucionales a los artículos 25, 27 y 28 regresan al formato de empresas públicas del Estado, es decir, las libera del mercado, las vuelve prioritarias por sobre las privadas y de nuevo las coloca en la mira de apoyarlas a rajatabla a pesar de su situación financiera. Hay muchas cosas que decir sobre este tema, pero basta esperar la reacción de los inversionistas y los socios del T-MEC.
Dicen que Napoleón aseguraba que para gobernar había que tratar bien al pueblo porque si no se sublevaba, pero había que combinarlo con mano dura porque de lo contrario te perdían el respeto y te mandaban a la guillotina. Eso se resume en la frase: Iron fist on a velvet glove.