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Un TLC con Corea, escenario viable por lo que viene
Son tres vértices en los que se desplazará la agenda exterior del gobierno de Trump que iniciará el 20 de enero: migración, seguridad y comercio.
Los dos primeros le nutrirán su retórica que publicitará en los medios de comunicación desde el primer día de su administración.
Como telón de fondo profundizará la rivalidad geopolítica de su país con China a través del comercio.
Por lo que representa a la política doméstica Trump la dedicará a sostener una batalla en contra de la administración pública federal representada por partidos políticos, agencias de inteligencia y defensa, principalmente. En segundo término aparecerá otra batalla, la cultural, y en ella se verá el perfil ideológico de su movimiento MAGA.
Los tres vértices arriba mencionados están vinculados con México. La agenda bilateral experimentará un claro incremento en sus interacciones.
La principal preocupación del Gobierno de Claudia Sheinbaum apunta al área comercial. Y tiene razón, la dependencia comercial con Estados Unidos es inmutable desde hace 100 años: 80% del comercio.
De la confrontación comercial de Estados Unidos con China surge una pregunta: ¿Qué hacer con Asia cuando Trump incremente el número de candados para China en la revisión del T-MEC?
Estados Unidos ha entrado en un proceso de sustitución de importaciones de productos chinos, pero México ha incrementado sus niveles de importación del país asiático.
El déficit comercial con China se ubicó en 104,000 millones de dólares en el 2023. Si tomamos como referencia el 2014, el déficit se ha multiplicado por dos.
México le compra a China teléfonos, partes y accesorios de máquinas, automóviles, autopartes y chips, principalmente.
México no podría a corto plazo sustituir productos que importa a China porque no tiene la capacidad de producción. Por ejemplo, un sector es el de aluminio. Un recurso sería acelerar la relación comercial con Corea a través de un tratado de libre comercio. La empresa Posco es una de las mayores productoras de aluminio y ya cuenta con varias plantas en México. Una de las más importantes se encuentra en Altamira, Tamaulipas.
Corea es el sexto socio comercial de México, y México es el primer socio comercial de Corea en América Latina. En 2005 firmaron una asociación estratégica como preámbulo de un TLC.
En el sexenio pasado la secretaría de Economía reactivó el escenario de la negociación de un TLC, pero finalmente no paso nada.
Los tiempos han cambiado. Me imagino que el equipo de Marcelo Ebrard en la secretaría de Economía se encuentra trabajando horas extras para ampliar el espectro comercial de México ante la incertidumbre que genera la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.