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AMLO y subsecretario de Seguridad desconocen amenazas y extorsiones contra sacerdotes
El subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijeron desconocer casos de amenazas y extorsiones de grupos criminales a clérigos, a pesar de los eventos suscitados en Jalisco.
El subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijeron desconocer casos de amenazas y extorsiones de grupos criminales a clérigos, a pesar de los eventos suscitados en Jalisco.
El 24 de junio, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, fue retenido por un grupo de civiles armados cuando realizaba una gira de trabajo por municipios de Jalisco.
Dos días después, el cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, denunció que para obtener la autorización de un jefe de plaza en la región para realizar fiestas patronales, se le exigieron a algunos párrocos entregar el 50% de lo recaudado en las festividades religiosas.
El subsecretario Mejía refirió no conocer de esos casos, y expuso que la Federación atiende eventos de extorsión y cobro de piso a ciudadanos y comercios, como en Texcaltitlán, Estado de México, donde se llevó a cabo una operación contra la Familia Michoacana, el grupo criminal más enfocado a actividades extorsivas, mientras que en Acapulco, Guerrero, fue detenida una persona por cobrar cuotas en el Mercado Central de Acapulco.
“Y ha habido varias detenciones muy importantes que tienen que ver con eventos de cobro de cuotas en artículos básicos. Pero ahí hay denuncias y hay actuaciones”, sostuvo Mejía, a una semana del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.
“Si hubiera algo así, pues que lo precisen para que no quede nada más en una cuestión mediática. Nosotros estamos y ofrecemos el 089. Y vamos a reiterar con la Mesa Estatal de Construcción de Paz si hay alguna situación de este tipo”, dijo Mejía.
El presidente López Obrador calificó como asuntos muy sensibles la pérdida de vidas humanas o la extorsión en iglesias, “pero todo, o en la mayoría de los casos, con el afán de perjudicarnos”, sentenció.
López Obrador afirmó que en el caso de los clérigos jesuitas asesinados, “lamentablemente, que nos dolió mucho en Chihuahua, inmediatamente la campaña en contra de nosotros. El único prudente, porque es un hombre con convicciones, un verdadero cristiano, uno de los mejores papas que ha habido en la historia de la Iglesia católica fue el planteamiento del papa Francisco; otros, incluso ahí en Chihuahua, que saben muy bien lo que sucedió, no fueron capaces de decir: ‘Esto se origina porque las autoridades locales protegieron a esta persona y, aunque había orden de aprehensión, actuaba con absoluta libertad y participaba en política, pero como ayudaba a los partidos conservadores tenía protección o actuaba con tolerancia’. No son capaces de decirlo los sacerdotes. Y no generalizo”.
Incluso, el mandatario federal cuestionó a los sacerdotes que han rechazado su lema de “abrazos, no balazos” contra los delincuentes: “y esas expresiones de que ya no nos alcanzan los abrazos. ¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Que resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra?”, sentenció.
“¿Por qué no actuaron, cuando (Felipe) Calderón, de esa manera? ¿Por qué callaron cuando se ordenaban las masacres, cuando se puso en práctica el ‘mátalos en caliente’, cuando se decía a los altos mandos del Ejército: ‘Ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’? ¿Por qué esa hipocresía? Eso no debe permitir a nadie y mucho menos a un religioso, sea pastor de una iglesia evangélica o sea sacerdote”, arremetió.