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Política

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Advierte JIFE que remesas podrían usarse para lavar dinero

El informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes alertó que los cárteles mexicanos, principalmente los cárteles Jalisco y Sinaloa, blanquean capitales por 25,000 millones de dólares anuales. 

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés) en México alertó sobre la utilización del sistema hawala, por parte de las organizaciones delictivas para blanquear dinero mediante remesas.

Raúl Martín del Campo, miembro de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), explicó que si bien las remesas son enviadas por migrantes a sus familiares en otros países, los gobiernos no vigilan esas operaciones, lo que abre un margen para flujos ilegales. Mencionó que en esa misma situación están el mercado negro de divisas, la compra-venta de oro y diamantes, actividades que no están incluidas en muchas de las obligaciones de reporte financiero.

“Con las remesas nadie se ha dedicado a hacer una fiscalización de dónde vienen los recursos, a dónde van. A lo mejor pensamos en las remesas de Estados Unidos a México, pero también pensemos en las diferentes remesas que se dan de Asía, de Europa a países africanos, realmente no hay un órgano fiscalizador que vea qué origen tienen y cada cuándo se están depositando. Nos preocupa que las autoridades no identifiquen qué es lo que está pasando con este flujo de dinero”, dijo a El Economista.

El Informe 2021 de la JIFE mencionó que algunas redes ilícitas, que incluyen grupos delictivos y terroristas, utilizan un tipo de banca informal o sistema alternativo de envío de remesas conocido como hawala, que les permite trasladar sus activos debido a la naturaleza poco transparente y líquida de ese método.

Hawala es un sistema de intermediación centenario que se utiliza en toda Asia Meridional y el mundo árabe y también en partes de África, Europa y América. “Permite a los clientes y a los corredores (conocidos como intermediarios de hawala) transferir dinero o valor sin trasladarlo físicamente, a menudo en zonas del mundo donde la presencia de bancos y otras instituciones oficiales es escasa o nula, o a países donde las normas financieras son poco estrictas. Los intermediarios de hawala organizan la transferencia y la recepción de los fondos o los artículos de valor equivalente y liquidan las transacciones mediante intercambios, dinero en efectivo y acuerdos de liquidación neta a largo plazo”, explicó.

“En el Afganistán, el tráfico de opiáceos se ha extendido con mayor facilidad debido al sistema tradicional de la hawala”, indicó el informe.

jorge.monroy@eleconomista.mx

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