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Política

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Brasil presume su pasado; México, su futuro

A decir del CIDAC, las declaraciones del ex presidente Lula Da Silva tienen un fondo de política y debate interno.

Recientemente, el el ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva destacó que México es sólo una promesa económica y no una realidad como la nación sudamericana, declaraciones que, para el Centro de Investigación para el Desarrollo, AC (CIDAC), respondieron a una lógica interna y que exhiben que lo verdaderamente importante es analizar las particularidades de cada Estado y aprender de sus experiencias

Esta institución dedicada al análisis refirió que si bien Brasil celebra su pasado y México su futuro, en realidad, tanto el país sede del Mundial como México enfrentan un bajo crecimiento y fuertes presiones sociales y políticas, aunque por razones muy distintas.

Tanto el Poder Ejecutivo mexicano como el de la nación vecina, han emitido una serie de declaraciones y argumentos enfocados a defender su modelo económico.

En primer lugar y respecto a lo dicho por Lula, este think thank destaca que es la primera voz internacional discordante respecto del crecimiento económico que se espera de México en los siguientes años y pone en duda el alcance de las reformas en el crecimiento económico.

Este Centro destaca que lo argumentado por el ex presidente brasileño tiene una lógica interna, ya que está circunscrito a un debate de política al interior de aquel país y no de rivalidad en el continente, especialmente si se toma en cuenta que en octubre de este año hay elecciones presidenciales en Brasil.

A su vez, el CIDAC recordó que mientras la presidenta Dilma Rousseff y el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva enaltecen el crecimiento observado en el pasado en Brasil particularmente del 2001 al 2010, cuando obtuvieron tasas de crecimiento promedio de 3.6% en México, el presidente Enrique Peña, junto con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, vitorean el crecimiento esperado en el futuro, que vendrá de las distintas reformas estructurales emprendidas por la administración priísta.

Por su parte, el gobierno de Rousseff ha enfrentado un descontento creciente de la ciudadanía que ha reaccionado de manera contundente en contra del modelo económico con bajas tasas de crecimiento del 2011 al 2013, periodo en el que la economía creció en promedio sólo 2 por ciento.

Esta situación ha vulnerado la figura de Rouseff a la reelección. Además, de acuerdo con este think thank, mientras que en el 2010, 50% de los ciudadanos estaba satisfecho con el estado de Brasil, para el 2014 se redujo a sólo 26 por ciento.

Hoy, 61% de los brasileños cree que la copa mundial tendrá un impacto negativo sobre el país. Así, el modelo económico Cardoso-da Silva-Rousseff no alcanzó a dar resultados suficientes para llegar hasta las Olimpiadas y pone en una situación cada vez más incómoda al gobierno , observó el CIDAC.

Entre las diferencias más marcadas entre México y Brasil encontramos que el país amazónico emprendió su modelo económico en momentos de bonanza internacional, previos a la crisis del 2009, mientras que México planteó reformas en tiempos donde el mundo creció en promedio a tasas bajas o nulas.

No obstante, de acuerdo con este Centro y pese a las diferencias, el modelo brasileño tiene enseñanzas para el futuro de México como el que confiar en los altos precios de un mercado de alto valor agregado es una apuesta que conlleva un alto riesgo de largo plazo.

El hecho de supeditar el crecimiento del país al crecimiento de gigantes (llámese China o Estados Unidos) es arriesgado per se .

El CIDAC concluye que, si de comparaciones se trata, el modelo de crecimiento económico desarrollado por Brasil, aunque controvertido y cerrado, les dio impulso durante 10 años, en México apenas vamos a ir por los datos .

ana.langner@eleconomista.mx

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