Callan sobre pederastia

El silencio de Benedicto XVI en torno de los casos de pederastia durante su estancia en México ampara estos delitos y es un intento de callar la culpa de la Santa Sede por su responsabilidad de estos crímenes, dijeron especialistas en religión.

Durante la presentación del libro El caso del Papa, de Roberto Blancarte, investigador de El Colegio de México, expuso que el Vaticano ha mantenido una política institucional de encubrimiento a los responsables, desde que el Cardenal Ratzinger presidía la Congregación para la Doctrina de la Fe.

María Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, afirmó que la Iglesia reforzó su política de silencio en el 2010 al emitir normas sustantivas en las que se asegura que los integrantes del clero que conozcan casos de pederastia están sujetos al secreto pontificio, lo que significa que serán sancionados si lo hacen público. Destacó que estas normas consideran la ordenación sacerdotal de mujeres como un delito más grave que el abuso a menores.

Recordó que México es escenario de dos de los casos más escandalosos de sacerdotes pederastas impunes: Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, quien violó a cientos de niños y a sus hijos, y Nicolás Aguilar, acusado de violar a más de 100 niños en México y Estados Unidos, encubierto por el Cardenal Norberto Rivera.

Grupos como Documentación y Estudios de Mujeres y católicas llamaron a la jerarquía católica para que se castigue a los pederastas desde el punto de vista canónico, pero también en el área civil, reparar los daños a las víctimas e implementen los cambios necesarios para que la estructura eclesial no se preste a la complicidad y al encubrimiento.