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Política

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Captura de Ovidio desata otra vez infierno en Sinaloa

El hijo del Chapo fue trasladado al Altiplano; descartan extradición rápida a EU; impacto al Cártel de Sinaloa, acotado: especialistas. Tras la detención suspenden actividades negocios, programas del Bienestar, clínicas y guarderías del Seguro Social; la población se atrinchera en sus casas.

Tres años después de haberlo liberado, las Fuerzas Armadas recapturaron en Culiacán, Sinaloa, a Ovidio Guzmán López, el Ratón, hijo del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán.

Su recaptura, al igual que ocurrió en octubre del 2019, provocó que decenas de hombres del Cártel de Sinaloa realizaran disturbios para evitar el traslado de su líder hacia la Ciudad de México.

“Momentos después de la detención, células integrantes de su grupo delictivo realizaron 19 bloqueos y agresiones armadas en diferentes partes de la ciudad de Culiacán, entre las que destaca el Aeropuerto Internacional Federal de Culiacán y la Base Aérea Militar Número 10.

“De igual forma, fueron bloqueados todos los accesos a la ciudad de Culiacán, detectándose cuatro de ellos en el acceso a la ciudad de Mochis y dos más en la salida hacia Costa Rica, Sinaloa”, precisó el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, en conferencia de prensa.

Esta detención representa un golpe contundente a la cúpula del poder del Cártel del Pacífico”, añadió el titular del Ejército.

El Ratón —quien lideraba la facción Los Menores dentro del Cártel de Sinaloa— fue trasladado desde Culiacán en un avión de la Guardia Nacional a la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) en la capital.

Posteriormente —también vía aérea— fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social 1 en Almoloya, Estado de México (el Altiplano). En las próximas horas comparecerá ante un juez con motivo de una solicitud de captura en su contra del gobierno de Estados Unidos por delitos de narcotráfico.

Captura “simbólica”

Carlos Pérez-Ricart, investigador del CIDE sobre drogas, opinó que la captura de Ovidio Guzmán es simbólica por haber obligado —el 17 de octubre de 2019— al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a liberarlo.

“El culiacanazo fue un día muy negro para el Estado mexicano porque se rinde frente al temor (que provocó) el crimen organizado. Fue una redención. Ahora es el Estado mexicano captura a un líder que quizá valía más por lo simbólico, que por lo material”, aseveró.

El también autor del libro Cien años de espías y drogas: La historia de los agentes antinarcóticos de Estados Unidos en México, consideró que Ovidio Guzmán no tenía gran influencia dentro del Cártel de Sinaloa como lo tiene Ismael el Mayo Zambada, además de que dicho cártel está fragmentado.

En documento “México: Crimen y Organizaciones de tráfico de Drogas”, elaborado por el Servicio de Investigación (CRS, por su sigla en inglés) del Congreso de los Estados Unidos, indica que el Cártel de Sinaloa está compuesto por las facciones del Mayo Zambada; otra por Aureliano Guzmán Loera alías el Guano, hermano del Chapo; una tercera encabezada por un cofundador del Cártel de Guadalajara, al que no identificó; y una cuarta fracción por los cuatro hijos de El Chapo (Ovidio y Joaquín Guzmán López, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar), conocidos colectivamente como Los Chapitos.

Carlos Pérez-Ricart dijo que si bien la facción de Ovidio Guzmán estaba haciendo mucho dinero con las drogas sintéticas, “también es cierto que estaban en una situación débil frente a sus competidores”.

Ovidio, añadió, no pudo mantener la alianza con el Mayo Zambada, por lo que ahora el Cártel de Sinaloa funciona más como bandas criminales.

“La paradoja es que tener organizaciones menos fuertes, no garantiza mejores condiciones de seguridad, sino mayor inseguridad y violencia.

“Entonces lo que vamos a ver en los próximos días con toda seguridad es más violencia, no solamente en Culiacán, sino en todo el norte del país como consecuencia de la captura de Ovidio. Al parecer Ovidio no era el líder principal de Los Chapitos, y sus hermanos siguen ahí, y hay que ver cómo reaccionan contra las autoridades y los grupos antagónicos”, aseguró.

Ricardo Ravelo Galo, periodista y escritor sobre temas de la delincuencia organizada, opinó que la captura de Ovidio Guzmán no es un triunfo contra el crimen porque el Cártel de Sinaloa seguirá operando con el resto de sus piezas, como el Mayo Zambada que sigue impune.

jorge.monroy@eleconomista.mx

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