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Desdeña EPN invitación del Senado a sesión solemne
En lugar de aceptar la invitación de los legisladores para intervenir en el Palacio Nacional, el mandatario envió en su representación al secretario de Educación, Emilio Chuayffet, para hablar de la Carta Magna.
Por segunda ocasión, el Senado de la República invitó al presidente Enrique Peña Nieto a participar ante representantes de los tres poderes de la Unión, pero el jefe del Ejecutivo federal lo desdeñó.
Ayer, el Senado de la República se traslado al Palacio Nacional para realizar una sesión solemne en el marco del seminario La Constitución, análisis rumbo a su centenario y le abrió la puerta al primer mandatario para que interviniera, pero Peña Nieto envió en su representación a Emilio Chuayffet, secretario de Educación Pública.
Una de las razones para salirse de su sede y realizarla en el Palacio Nacional era la posible asistencia del presidente Peña.
De acuerdo con fuentes del Senado, el presidente no dio explicaciones de su desdén, simplemente informó que Chuayffet sería el funcionario federal que intervendría ante los legisladores para hablar de la Carta Magna.
Las hipótesis de varios legisladores se hicieron presentes. Iban desde una negativa para no confrontarse con la oposición en pleno proceso electoral hasta una agenda de actividades en Los Pinos que no podía posponer.
En esta ocasión, los senadores de la oposición no se habían pronunciado en contra de que el jefe del Ejecutivo federal diera un posicionamiento, como sí lo reprochó el PAN en septiembre del año pasado, cuando Peña Nieto estaba invitado a un foro sobre federalismo en la nueva sede del Senado, ubicada en Paseo de la Reforma.
En aquella ocasión, ante la crítica de la oposición, sobre todo del panista Javier Corral, el mandatario federal envió en su representación a Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
El presidente del Senado, Miguel Barbosa, propuso a sus compañeros una sesión solemne en Palacio Nacional, a la que asistieran los tres titulares de los tres poderes de la Unión, a efecto de que se destaque tan magno evento como un acto republicano .
La sesión en el antiguo Salón de Comedias de Palacio Nacional, que fue sede oficial del Congreso del 1 de enero de 1829 al 22 de agosto de 1972, comenzó con la presencia de 66 de los 128 senadores, del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del titular de la Cámara de Diputados y del secretario de Educación Pública.
En este contexto, Barbosa Huerta dijo que los poderes deben asumir su responsabilidad, pues el dolor, la desconfianza y la inconformidad que se expresa en algunos sectores de la sociedad tienen su origen en las conductas que infringen la Constitución.
El país atraviesa por un momento complejo, no es producto de los errores o la parálisis de uno sólo de los poderes. Se trata de una combinación de situaciones coyunturales y estructurales que deben corregirse de fondo y en donde el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial deben asumir sus responsabilidades , expresó.
Además, el también coordinador de la bancada del PRD aprovechó para instar a la población a ejercer su derecho al voto en las elecciones de este 7 de junio; a los partidos políticos a realizar campañas que contribuyan al fortalecimiento de la democracia y a los candidatos a ceñirse a las normas electorales.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, expresó que ningún gobierno ni justicia es posible si no se sustenta en el respeto a los derechos humanos, por ello los jueces tienen la obligación de vigilar el cumplimiento efectivo de la Carta Magna.
La Constitución es la norma suprema que se alza como paradigma fundamental al que deben someterse todas las otras normas de origen nacional o internacional. Nadie por sobre la Constitución; nada por sobre la Constitución , proclamó.
Chuayffet destacó el Pacto por México: Reformar sin un claro proyecto de Estado sólo redunda en el cambio de la reforma. Quienes, en cambio, logran transformaciones que nacen del consenso de las diversas fuerzas políticas, terminan por vincular indisolublemente al plan maestro de la nacionalidad de las reformas. De aquí que las emprendidas desde diciembre del 2012 sean parte del pacto supremo de nuestra vida jurídica .