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Dilma se pronuncia contra la corrupción y la impunidad
Antorchistas que cerraron Reforma retrasaron la llegada de Dilma e impidieron que parte de la comitiva brasileña llegara al Senado.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que México y Brasil no pueden convivir ni con la corrupción ni con la impunidad y afirmó que uno de los retos más fuertes entre ambos países es combatir la desigualdad.
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión recibió a Rousseff en sesión solemne, en donde la mandataria y el presidente del Senado, Miguel Barbosa, pugnaron por hacerle frente a la corrupción y a la impunidad.
Barbosa Huerta, quien preside la Comisión, dijo a la brasileña que la reforma estructural que falta consolidarse en Latinoamérica es precisamente una que le haga frente a estos males.
La invitada contestó que se lucha por respetar la diversidad basada en fuertes valores de los derechos humanos, de la democracia y de los principios éticos.
Lamentó las afectaciones y muertes por el tornado de Ciudad Acuña, Coahuila, y enfatizó que las economías de México y Brasil no son competidoras sino complementarias, más en momentos de desaceleración económica.
La mandataria fue ovacionada por los legisladores luego de referirse a la igualdad de género y pronunciarse contra la violencia hacia la mujer.
En la sesión que presenció el canciller José Antonio Meade y la embajadora de México en Brasil, Beatriz Paredes, Barbosa bromeó con el fútbol: Tenemos la convicción de que la selección brasileña volverá muy pronto a levantar la Copa del Mundo. Y al respecto, señoras y señores, en lo que corresponde a México y el fútbol: no fue penal , lo que provocó la carcajada de Rousseff.
Rousseff llegó tarde a la sesión solemne porque los antorchistas cerraron Paseo de la Reforma, incluso una comitiva de Brasil ya no pudo entrar al recinto legislativo porque la marcha afectó el tránsito.