En la frontera, el mayor número de drogadictos

La realidad de violencia que se vive en la frontera norte, así como las necesidades de atención debido al regreso de los migrantes, requiere ampliar la práctica de terapias psicológicas a lo largo de esta franja, sugiere la publicación Condiciones de la salud en la frontera norte , del Colegio de la Frontera Norte (Colef).

Este texto concluye que esa zona fronteriza posee un perfil epidemiológico en el que predominan enfermedades infecciosas, crónico-degenerativas, lesiones y accidentes de tránsito, así como las originadas por la violencia social.

Ante ello y frente al hecho que la franja fronteriza entre Estados Unidos y México es una región donde arriban grandes cantidades de personas con características muy variadas en términos culturales, económicos y políticos, la salud pública debe cobrar vital importancia.

El documento del Colef detalla que muchos de estos problemas de salud se deben a la falta de acceso a los servicios para una detección temprana y tratamiento a consecuencia de la pobreza, así como de las barreras de lenguaje, brechas culturales y falta de programas adecuados de promoción de salud. El Colef, a través de este trabajo, muestra que las entidades fronterizas son las que presentan el mayor número de personas que consume drogas ilícitas en el país y en donde se establece la frecuencia más alta, con 7.45%; es decir, 261,242 personas.

De ahí que el Colegio de la Frontera Norte alerte a las autoridades de salud y a la población en general a atender este problema debido a las graves consecuencias que se puedan registrar en aspectos como la morbilidad y mortalidad , así como en los delitos contra la salud y el gasto económico.

Otros problemas primordial es de la frontera norte son las elevadas tasas de migración, el comercio sexual y uso de drogas inyectables, las cuales registran prevalencias de VIH en la población adulta muy por encima de las presentadas en los ámbitos estatal y nacional.

Condiciones de la salud en la frontera norte explica que se requiere mejorar el sistema de vigilancia epidemiológica actual, crear laboratorios y dotarlos con tecnología necesaria para que garanticen el diagnóstico oportuno.

Cualquier estrategia que se tome para enfrentar los problemas en esta región debe involucrar a los gobiernos de EU y México debido al constante intercambio y convivencia de estas dos culturas, recomienda el texto.

alangner@eleconomista.com.mx