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Política

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Es posible frenar la regresión autoritaria en marcha: Roger Bartra

Con motivo de la aparición (la semana que recién concluye) de un manifiesto firmado por alrededor de 250 intelectuales mexicanos en apoyo a la candidatura de Xóchitl Gálvez, explicó que es posible frenar esa regresión democrática de dos maneras. 

Foto: Archivo EE

Foto: Archivo EE

La regresión autoritaria que experimenta el país es posible frenar, afirmó el reconocido antropólogo y sociólogo Roger Bartra Murià.

Entrevistado con motivo de la aparición (la semana que recién concluye) de un manifiesto firmado por alrededor de 250 intelectuales mexicanos en apoyo a la candidatura de Xóchitl Gálvez, explicó que es posible frenar esa regresión democrática de dos maneras. 

La primera es la llamada marea rosa en torno a Xóchitl Gálvez. Si se logra que ella gane, cosa que es posible, entonces podremos pensar que se ha frenado el proceso autocrático.

La segunda. Si gana la candidata del oficialismo, Claudia Sheinbaum Pardo, aun así, se habrá quedado en la sociedad una enorme fuerza, eso que llaman marea rosa, servirá de freno a las tendencias democráticas que ha manifestado la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Bartra Murià dijo que los intelectuales que firmaron un manifiesto de apoyo a la candidatura de Xóchitl Gálvez a la presidencia han percibido realmente un peligro para la democracia y están conscientes de que en las elecciones del 2 de junio próximo puede consumarse la deriva autoritaria que lleva ya casi seis años en el país.

Entonces aludió a la frase de un personaje en una novela del escritor Mario Vargas Llosa y dijo: “Si eso pasa, entonces estaremos preguntándonos ¿en qué momento se jodió México?”.

Para el reconocido antropólogo y sociólogo, el temor de que esa deriva autoritaria acabe en una autocracia es lo que ha unido a gente tan diversa en esa iniciativa.

Para el reconocido intelectual, el presidente, Andrés Manuel López Obrador ha resucitado el viejo nacionalismo revolucionario, pero le aderezó con un populismo reaccionario.

“Su corazón late con la vieja cultura del nacionalismo revolucionario en su versión populista y esa versión populista tuvo manifestaciones como el cardenismo, inclinadas a la izquierda, pero acabó inclinada a la derecha con un populismo reaccionario, que es lo que caracteriza a la presidencia actual”.

Por otra parte, expuso que la idea de esa unidad ficticia autoritaria que empujó entre los años 40 y 60 del siglo pasado el PRI y el gobierno se rompió y hoy lo que existe es una sociedad tremendamente plural que, de ninguna manera responde a una sola idiosincrasia.

“Hay distintas formas de expresarse. Esa antigua identidad nacional se rompió cuando se inició el proceso de transición democrática”

En ese sentido, subrayó que democracia significa pluralidad y no solamente pluralidad política, sino pluralidad de identidades de toda naturaleza.

Por su parte, el escritor Héctor Aguilar Camín comentó que durante los últimos años la comunidad intelectual y cultural ha sido muy atacada, les han quitado presupuesto e, incluso, la han estigmatizado y hasta algunos científicos han sido denunciados penalmente.

Dijo que ese clima de división impulsado desde el gobierno federal es inaceptable, porque si algo caracteriza a la comunidad relacionada con la cultura es el no perseguirse ni impulsar discursos de odio, exclusión o persecución.

Destacó que tal como lo ha mencionado la candidata Gálvez Ruiz, en México hay muchos grupos de la sociedad mexicana que han padecido por lo que han atravesado la comunidad cultural y algunos incluso mucho más, como las madres buscadoras de hijos desaparecidos, las madres que perdieron estancias infantiles, las personas que perdieron familiares por malos manejos de la pandemia de la Covid-19 y los que han perdido parientes por la violencia.

Al preguntarle si ve elementos que le hagan pensar que si gana la presidencia Claudia Sheinbaum pueda darse un trabajo de reconstrucción y reconciliación nacional, dijo: “me da la impresión de que no lo está pensando. Está pensando en que ellos son los buenos y nosotros somos los malos”.

Recalcó que el próximo 2 de junio los votantes serán los que definirán qué clase de país vamos a tener.

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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