Buscar
Política

Lectura 4:00 min

Espionaje, desde el inicio de las relaciones Méx-EU

Desde el primer embajador de Estados Unidos hay registro de las confrontaciones de ambos países.

Las relaciones diplomáticas entre México Estados y Unidos, creadas hace 190 años, nacieron con una constante presente hasta nuestros días: el espionaje; por ello no son aislados los casos de las presuntas intervenciones a las comunicaciones del presidente Enrique Peña Nieto, durante su campaña electoral, y a los correos del exmandatario Felipe Calderón, durante el 2010, expusieron especialistas consultados por El Economista.

En entrevista, Lorenzo Meyer, académico, analista y profesor emérito del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México (Colmex), recordó que aún antes de consolidar formalmente la diplomacia entre ambos países, quien se convertiría en el primer embajador estadounidense en México, Joel R. Poinsett, fue enviado inicialmente al país para recabar información.

Con el paso del tiempo, relató el historiador, el servicio diplomático y consular han fungido como fuentes de información que reúne el gobierno de Estados Unidos. La diferencia entre espionaje y recabar información es muy difícil de establecer , dijo Meyer.

Desde un inicio, los consulados funcionan no sólo para fomentar el comercio o promover la cultura, de acuerdo con Lorenzo Meyer, recaban todo tipo de datos, desde los tipos de partidos políticos, personajes de trascendencia, hasta quiénes son los altos funcionarios.

Y es que a decir del profesor del Colmex: No existe imperio sin elementos de inteligencia , refiriéndose a las prácticas de espionaje masivo de las agencias de inteligencia de la Unión Americana.

Ya en el siglo XX, los agregados militares de EU ya servían como informantes. Meyer recordó el episodio en el que el espionaje estadounidense viró en favor sel expresidente Venustiano Carranza, en contra de Victoriano Huerta, quien fue detenido por órdenes del entonces Presidente estadounidense Woodrow Wilson, cuando trataba de reingresar a México y se encontraba en el Paso, Texas.

De acuerdo con la académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, Pía Taracena, desde el inicio de las relaciones México-Estados Unidos, los principales intereses del gobierno estadounidense en materia de información han sido la obtención de datos sobre seguridad en la frontera.

Según las pesquisas de la profesora e investigadora, existe una relación de espionaje entre México y Estados Unidos, surgida desde el siglo XX. Bajo las órdenes del gobierno mexicano, incluso fueron contratados espías estadounidenses para obtener datos de los opositores del gobernante en turno, como lo fueron en su momento Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz.

Para Pía Taracena, el espionaje, base de la inteligencia, es importante para un Estado nación y parte de la cooperación bilateral; sin embargo, Estados Unidos debe fijar límites entre la información que dará un panorama del país extranjero y los datos personales.

Según Lorenzo Meyer, el espionaje hacia México por parte de Estados Unidos responde a la relación entre un país dominante que requiere tener su frontera en orden.

Como advirtió el exembajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, en su texto El oso y el puercoespín , la relación entre México y Estados Unidos siempre ha tenido momentos tensos, por lo que a decir de Lorenzo Meyer, episodios como la salida del exembajador Carlos Pascual en México, durante el mandato de Felipe Calderón, al revelarse cables diplomáticos publicados en Wikileaks que hablaban mal de la estrategia de seguridad encabezada en ese entonces, o los recientes escándalos de espionaje estadounidense, no cambiarán el rumbo de la relación bilateral.

A decir de Meyer, las prácticas de espionaje del gobierno estadounidense no se detendrán pese a la crítica a la que ha sido sometido, luego que el exconsultor de la NSA Edward Snowden filtrara documentos que denunciaron la red de espionaje estadounidense en diversos países.

Ante ello, según Mayer, a México le queda sólo una herramienta: la queja. Y es que el país vecino supera en tecnología y alcance a las agencias de inteligencia nacionales. No hay secretos para Estados Unidos, así que hay que funcionar sabiendo que pueden informarse de todo .

ana.langner@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete